Con mucho "sacrificio" de sus vecinos, el municipio de Pozoantiguo ha logrado esquivar la amenaza del coronavirus gracias, en parte, a las medidas preventivas adoptadas días antes de que fuera decretado el estado de alarma. En otras circunstancias los vecinos estarían inmersos en la preparación de las fiestas en honor de la Virgen de Adalia, que cada año celebran el 1 de mayo, pero desde hace más de mes permanecen confinados en sus casas acatando todas las restricciones impuestas para intentar que el coronavirus no traspase los límites del pueblo y, lo más importante, no se registren contagios.

El alcalde de Pozoantiguo, Pedro Gutiérrez, destacó el comportamiento ejemplar de los alrededor de 200 vecinos que residen en el pueblo, que tan solo abandonan el confinamiento para acudir a la farmacia o realizar compras en la tienda, aunque para adquirir otros productos básicos como carne y pescado tienen que desplazarse a Toro o la capital. Al margen de que los vecinos "están muy mentalizados" sobre la importancia de acatar las normas y no salir a la calle, el alcalde considera que la ausencia de contagios se debe, en parte, a las medidas preventivas adoptadas antes de la declaración del estado de alarma por el Ayuntamiento, la farmacia, el comercio de alimentación o las dos residencias de ancianos del pueblo. En este sentido, remarcó que el alguacil del Ayuntamiento llevó a cabo labores de limpieza y desinfección previas de los contenedores y de lugares que registran una mayor concentración de vecinos. Del mismo modo, las residencias de ancianos adoptaron medidas preventivas, tales como prohibir las salidas de sus residentes o intensificar la limpieza. No obstante, un destacamento de Infantería de Valladolid se ha desplazado en los últimos días a Pozoantiguo para desinfectar a fondo los centros geriátricos. En la tienda de alimentación, como explicó el alcalde, también se aplicaron medidas días antes del estado de alarma en previsión de que los vecinos hicieran acopio de más alimentos y el bar se adelantó a su clausura obligatoria, tras valorar con el Ayuntamiento la situación y el riesgo para sus clientes. En la ausencia de casos de contagio, como apuntó el alcalde, ha jugado un papel "clave" la farmacéutica de Pozoantiguo que, antes del obligado confinamiento, facilitó a los vecinos una pautas básicas de higiene y recomendó desinfectar espacios públicos.

Al margen de las medidas preventivas adoptadas, el Ayuntamiento alienta a los vecinos para que, en su confinamiento, se sientan acompañados e informados. Por este motivo, ha creado dos grupos de WhatsApp en los que lanza avisos e información útil. Aunque la vida en Pozoantiguo se ha ralentizado por el temor al contagios, el Ayuntamiento mantiene su intención de ejecutar un proyecto basado en la sustitución de las profundas tuberías de uno de los dos pozos de sondeo que abastecen de agua al pueblo. El alcalde destacó que el proyecto consiste en cambiar las tuberías de hierro que "están llenas de óxido" por unas de acero inoxidable, aunque el "pozo de reserva" garantizará el suministro.