Todo el personal sanitario está siendo fundamental en la crisis provocada por la enfermedad del coronavirus, pero hay puntos críticos del sistema sanitario especialmente sensibles a un tsunami de estas dimensiones, como son las urgencias y la UCI, ya que su colapso podría haber contribuido a agravar las consecuencias más mortales de la enfermedad. Al frente de uno de estos servicios, Urgencias del Complejo Asistencial de Zamora, está José Lázaro, un experimentado profesional que advierte que estamos muy lejos aún de tener controlada la enfermedad y que en el día a día se encuentra de todo, pacientes graves y leves, personas responsables y otros que, a estas alturas, todavía cuentan que "han estado en reuniones.

-¿La crisis del coronavirus ha sido muy diferente a lo que ha vivido hasta ahora?

-Llevo trabajando en el servicio de urgencias desde 1983 y esta situación ha supuesto un cambio total en cuanto a actitud, estructura, funcionamiento, todo. Nos está generando mucha incertidumbre porque no sabemos a qué nos estamos enfrentando. Las noticias que van viniendo de la parte tanto científica como política son contradictorias y lo que ayer era una cosa hoy parece que es otra, y eso nos genera un poquito de incertidumbre.

-¿Y cómo están funcionando?

-Estamos bien porque en un servicio de Urgencias tan amplio como este tanto en Zamora como en Benavente, con más de cien personas, funcionamos con una unidad de acción que a mí, de verdad, me hace sentir muy satisfecho. Desde el servicio de admisión, que no es nuestro pero le llamamos el servicio de admisión de urgencias, pasando por limpiadoras, celadores, "tcaes" (auxiliares de enfermería), enfermeros, médicos, todos, y eso nos genera una confianza tremenda. Inicialmente incertidumbre y ahora satisfacción porque estamos trabajando en equipo y a gusto.

-¿Cómo fueron esos momentos iniciales, vieron venir la epidemia?

-Lo veíamos como si fuera un tsunami; el agua se estaba retirando y nos iban a empezar a llegar enfermos de este tipo, supuestamente con COVID-19 y nos empezamos a preparar. Porque estábamos viendo lo que ocurría en Italia, el virus pasó rápidamente de Oriente a Occidente y estaba provocando una auténtica carnicería. Por lo tanto, fuimos preparándonos, informándonos y pensando cómo podíamos organizar el servicio.

-¿Cómo lo hicieron?

-Establecimos varios escenarios y cuando empezaron a llegar los enfermos la verdad es que ya estábamos preparados, no nos cogió por sorpresa en ese sentido, aunque sí nos sorprendió el volumen de pacientes y a qué velocidad tuvimos que ir pasando de un escenario de los que teníamos previstos al siguiente. Sí veíamos que nos iba a llegar, porque si estaba en Italia, luego en Madrid y posteriormente en Valladolid o Salamanca,sabíamos que más pronto o más tarde nos tenía que llegar. Nos sorprendió la rapidez e intensidad con lo que lo hizo, pero lo teníamos todo preparado para que no nos pillara el toro y de momento no nos ha cogido, valga el símil taurino.

-¿Se han visto sobrepasados por el volumen de pacientes o por las extremas precauciones que ha habido que tomar?

-Si he incidido en algo siempre con los profesionales es en la seguridad. Es decir, por cada paciente que veamos en la zona de aislamiento respiratorio hay que tomar siempre un cuidado extremo, con el epi (equipo de protección individual) bien puesto, bien colocado, supervisando la colocación y la forma de quitarlo, seguridad extrema. Nosotros habíamos pensado cuatro escenarios, estamos en el tercero pero no nos relajamos, porque creemos que esto todavía no ha acabado. Porque por más que digan las cifras que esto ha disminuido nosotros no estamos de acuerdo con eso, estamos en una situación de mesetas e incluso algunos días hemos tenido repuntes esta semana.

-De hecho, sigue aumentando la cifra de positivos.

-Nosotros al final no sabemos cuántos son positivos o dejan de serlo, pero sí vemos el volumen de pacientes que llega a Urgencias y la verdad es que había bajado el fin de semana anterior pero al inicio de ésta algún día ha vuelto a hacer un repunte importante de pacientes atendidos, no hablo de positivos.

-¿Como suelen llegar los pacientes, con qué síntomas?

-Con todo tipo de sintomatología, desde aquella banal que en principio no parece que vaya a ser nada hasta otros que nos llegan realmente graves, e incluso hemos tenido ya más de un fallecimiento por parada cardiorrespiratoria. Al principio si es verdad que venían pacientes más leves y ahora llegan más graves. La atención telefónica desde Primaria está cortando mucho que vengan pacientes con síntomas leves. Pero tampoco te puedes fiar mucho porque aquí en Urgencias hemos visto a pacientes que llegan aparentemente bien y en cuestión de horas se ponen lo suficientemente mal como para entrar en la UCI, en muy pocas horas. Es un virus que nos sorprende por la forma de actuar, tan pronto vemos a pacientes que te llegan por un síncope o un cuadro convulsivo y resulta ser un enfermo de COVID como patología banal "que me duele un poquito la cabeza, tengo unas décimas". Es una patología muy abigarrada y muchas veces inespecífica.

-¿Cuáles son los síntomas más ´típicos?

-El paciente más típico es el que tiene fiebre, tos y dificultad respiratoria, los tres síntomas capitales, pero estamos viendo a enfermos con síntomas muy variados.

-¿La pérdida del olfato se puede considerar también como un síntoma de alarma de conovarivus?

-Incluso como único síntoma, sí. Pérdida del olfato, del gusto. A la hora de comer la gente pierde completamente el apetito, tiene un cuadro de decaimiento general e intenso, personas que casi no se pueden mover. Y no está entre los síntomas capitales pero sí estamos viendo mucha gente con esa clínica, pérdida de gusto y olfato

-¿El pronóstico del COVID?

-Hay pacientes que evolucionan mal y fallecen porque no son capaces de superar la enfermedad. Hay enfermos que necesitan mucho tiempo en la UCI, que es el segundo punto crítico para estos pacientes, porque generan estancias muy largas y si se van acumulando y no puedes dar altas, este servicio se encuentra con limitaciones.

-¿Se pasa mal ante un virus tan sumamente contagioso?

-Sin alarmismo, pero sí, lo pasamos mal estando dentro de la zona aislada, sobre cuando vemos que se van retrasando las pruebas se nos acumulan los pacientes y no damos salida. Y lo pasamos muy mal cuando llegamos a casa, no te puedes acercar a la familia. También es verdad que estamos muy agradecidos a todas las empresas y particulares que de una forma o de otra están colaborando con nosotros. unos nos traen comida, otros bebida, otros pantallas faciales. En fin, la colaboración de la gente, el aplauso de las 8 de la tarde, todo esto la vedad es que te ayuda a seguir. Y estamos agradecidos, a ellos y a la gente que se queda en casa porque es muy importante insistir en este tema. Y agradecidos a todos los que como nosotros están ahí en la lucha, como los agricultores, los ganaderos, transportistas, dependientes de los supermercados, las fuerzas de orden público, que son tan importantes como lo podemos ser nosotros en estos momentos.

-¿Vislumbra el final del túnel?

-Particularmente me gustaría ser optimista, pero yo creo que esto va para largo, va para meses. Lo hemos comentado entre los jefes de servicio de la comunidad: no sabemos cuándo los servicios de urgencias volverán a ser lo que eran, y ni siquiera el hospital va a volver a ser lo que era antes. No vemos el final. Mientras no se descubra una vacuna o un tratamiento adecuado para esta patología pues vamos a tener que disponer zonas donde atender a estos pacientes, vamos a tener que contar con habitaciones o plantas enteras para ellos, en fin, no veo el final del túnel tan pronto.

-Por suerte o por desgracia, en esta enfermedad todos sabemos de carrerilla cuáles son las medidas preventivas, solo hay que cumplirlas.

-Lo fundamental es el aislamiento en casa, si no pueden en casa que lo comuniquen para facilitarles el aislamiento en otras zonas y no bajar la guardia y no bajar a la calle si no es necesario. Es muy importante el aislamiento. Porque nos estamos encontrando situaciones que yo, a estas alturas de confinamiento, no me parecen ni medio normales, pacientes que los comentan que han tenido reuniones y cosas así.