La declaración del estado de alarma ha encerrado a las mujeres víctimas de violencia machista con sus agresores, día y noche. Más horas de convivencia, más aislamiento. La cuenta sale sola: el riesgo crece por momentos. Así lo demuestran ya los datos del 016, el número de atención a estas víctimas, que ha registrado entre el 14 y el 29 de marzo 3.200 llamadas de socorro, un 18% más que las recibidas en el mismo periodo del año pasado.

La crisis sanitaria obliga a las víctimas de violencia machista a enfrentarse a una doble pandemia. En una situación de este calibre es importante recordar a todas las mujeres en situación de peligro que pueden salir de casa sin miedo a ser multadas, tal y como lo anuncia el Ministerio de Igualdad en 'Estamos Contigo', una guía de actuación dirigada en estos días a las víctimas de violencia machista: no habrá sanción a quien salga del domicilio para acudir a un recurso policial o judicial.

Además, los servicios de protección de víctimas por violencia de género siguen prestando servicios a pesar de la pandemia. Así lo recuerda Silvia Casaseca, psicóloga de la Oficina de Asistencia a Víctimas de Delitos de los Juzgados de Zamora. "Seguimos trabajando. Podemos atender por teléfono o podemos acudir en cualquier momento en el que sea necesario", advierte. "Las víctimas pueden denunciar en comisaría, en la Policía Nacional, o en la Guardia Civil". También sigue siendo posible solicitar órdenes de protección o alejamiento y continúa estando disponible un juzgado de guardia.

Móvil y DNI, a mano

En esta situación de confinamiento, la psicóloga incide en la importancia de mantenerse en contacto, en la medida de lo posible, con familiares y amigos, ya sea a través de mensajería instantánea o de llamadas, asegurándose la víctima de borrar cualquier registro posteriormente. "Es importante también tener el móvil a mano, con batería, así como la documentación -DNI, tarjeta sanitaria- en caso de necesitar abandonar el domicilio", destaca.

La convivencia obligatoria hace más difícil la salida de este tipo de relaciones violentas y aumenta la sensación de control por parte del maltratador. En una situación de violencia machista, una vivienda puede desentrañar grandes riesgos en algunas zonas, por lo que la experta recomienda igualmente evitar "lugares como la cocina' e "intentar no estar a solas nunca si hay más gente en la casa", siempre que esto pueda ser factible.

En caso de no convivir con el agresor y estar recibiendo amenazas, las víctimas deben contactar con su abogado y asegurarse de "no borrar absolutamente nada si el contacto es por mensaje o por Whatsapp".

Colaboración ciudadana

Si la colaboración de vecinos, familiares y amigos en casos de violencia machista siempre ha sido importante para detectar casos, ahora se vuelve esencial en plena pandemia. Casaseca insiste: "Si conocemos casos, si escuchamos voces o si somos conscientes del riesgo que puede estar corriendo alguien, hay que llamar directamente a la policía".