Benavente, Toro, Fuentesaúco y Bercianos de Alisteacogen algunas de las celebraciones más singulares de la provincia de Zamora, todas ellas suspendidas por la pandemia de coronavirus y el estado de alarma, en una Pasión que se vivirá en toda Zamora de forma atípica, en la intimidad y de puertas para dentro.

El pasado 12 de marzo la Junta Pro Semana Santa de Benavente comunicaba la suspensión de todos los actos de carácter cultural y religioso de los preparativos de la Pasión. Días más tarde llegaba el estado de alarma. Benavente vivirá una semana de Pasión sin su procesión de las Tinieblas en la noche del Martes Santo, una de las más emblemáticas y características.

Tampoco se celebrará en Toro, donde la Semana Santa está declarada de Interés Turístico Regional, la tradicional bendición de los Conqueros, que piden limosna con la conca; ni en Bercianos de Aliste las procesiones del Jueves y Viernes Santos, unos actos que están declarados Bien de Interés Cultural de carácter inmaterial y Fiesta de Interés Turístico Regional.

En Fuentesaúco no habrá tampoco procesiones, aunque los seis reposteros de las cofradías cuelgan de los balcones del Ayuntamiento.