La factura es tan elevada que las organizaciones empresariales prefieren no calcularla. Pero el daño que la suspensión de la Semana Santaacarrea para la provincia de Zamora es de unas dimensiones que superan todos los límites. Para muestra, los registros. Según los datos del Instituto Nacional de Estadística, la ciudad de Zamora recibió a cerca de 30.000 turistas en abril del año pasado, muchos de los cuales llegaron a la capital atraídos por la Semana Santa.

Este año, esa cifra se ha tornado en cero. Teniendo en cuenta que la noche de hotel en Zamora para los días centrales de la Pasión puede superar los cien euros en muchos establecimientos, la cantidad que pueden dejar de ingresar todos estos negocios es muy elevada.

Las pérdidas, además, tocan también a otras actividades del sector servicios pero alejadas de la hostelería como pueden ser las tiendas de venta de souvenirs que ya tenían un stock encargado antes del decreto del estado de alarma y que ahora se verán en un brete para poder darle salida.

Una situación complicada para estos establecimientos que necesitan de un plan de reactivación para que puedan seguir llegando visitantes una vez todo vuelva a la normalidad. La provincia de Zamora necesita de turistas y ese es el objetivo que se han marcado todas las instituciones de cara al futuro.