¿Y qué pasa con los niños? Esta es la pregunta que muchos padres y madres separados del otro progenitor de sus hijos se han hecho tras la declaración del estado de alarma. Por un lado está el régimen de visitas fijado e inamovible sin que medie una resolución legal; por el otro, la prioridad que constituye la salud de las familias durante el periodo de cuarentena por el coronavirus.

A nivel nacional han trascendido varios casos de familias que han alcanzado acuerdos en función de la coyuntura y han aplicado la lógica. Es probable que este escenario se haya reproducido en muchos casos también en Zamora. Pero ningún contexto es idéntico al otro, y muchos padres y madres se han visto envueltos en situaciones desagradables o que les han empujado a realizar consultas legales para tratar de aclarar el panorama.

Así lo explica uno de los abogados zamoranos expertos en la materia, Francisco Luelmo, que apunta que ha recibido "muchas llamadas" en este sentido desde que se decretó el estado de alarma porque "la gente está muy preocupada".

En todo caso, según el letrado, en el régimen de visitas de los hijos de padres separados "rige la misma normativa que antes", y así lo está constatando una inmensa mayoría de los jueces, más allá de lo que suceda con algunas excepciones. Por tanto, "hay que seguir cumpliendo las sentencias" dictadas en su momento siempre que sea posible.

De hecho, Luelmo incide en que la limitación de los servicios judiciales durante estos días dificulta mucho un posible cambio en lo que afecta a guardia y custodia, salvo "situaciones muy excepcionales". Por ejemplo, que en uno de los dos hogares a los que tenga que acudir el niño o la niña haya personas contagiadas por coronavirus. "En ese caso, con el factor sanitario de por medio, se podría instar", remarca el letrado.

En todo caso, lo que prima según el abogado zamorano es que "la estabilidad del menor sea la máxima posible", de ahí que esta situación se mantenga, incluso en los casos en los que uno de los progenitores tenga que desplazarse para ir a buscar a su hijo. Aquí surge la duda de cómo explicar los motivos del viaje en un posible control policial. "Se tiene que intentar acreditar en todo momento lo que se va a hacer", recuerda Francisco Luelmo.

En ese sentido, las opciones se limitan a portar una sentencia u otro documento que acredite cuál es el régimen de visitas que corresponde a es persona en cuestión: "No hay una regulación clara, pero de este modo lo podría acreditar", indica el abogado, consciente de que el estado de alarma ha traído consigo nuevos conflictos para la ciudadanía que también se trasladan a los despachos y a los juzgados.