Los proyectos de desarrollo para Zamora se encuentran, como es evidente, en punto muerto. La Junta de Castilla y León centra durante estos días sus esfuerzos en librar la batalla contra la expansión del coronavirus y el resto de asuntos han dejado de ser prioritarios.

Así lo ha reconocido el consejero de Fomento y Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez Quiñones, quien ha explicado que el envite del Covid-19 ha obligado a frenar en seco otras iniciativas que también dependen económicamente de la aportación de la comunidad. En la provincia de Zamora son los casos del nuevo Museo de Semana Santa, el centro de salud Parada del Molino o el futuro Conservatorio o el centro cívico de la avenida de Cardenal Cisneros. Lo que pueda esperar, deberá esperar.

El titular de Fomento de la Junta de Castilla y León abordaba en la jornada de ayer otros asuntos dependientes de la administración que no tienen que ver estrictamente con la gestión sanitaria. Y fue ahí donde desveló lo que cualquiera se podría imaginar: el esfuerzo económico que se está realizando para contener la expansión del Covid-19 puede afectar al avance de otros proyectos que han dejado de estar en primera línea.

"La emergencia sanitaria ocupa todo y el resto se encuentra, actualmente, en segundo plano", ha detallado el que es uno de los hombres fuertes del Gobierno de Alfonso Fernández Mañueco. La voluntad de la administración, ha avanzado, es cumplir con esos compromisos, pero ha anunciado que "todo tendrá que esperar" hasta que se resuelva lo más importante, que ahora es salvar vidas.

Entre esos proyectos que tendrán que esperar se encuentra, en la provincia de Zamora, el centro de salud Parada del Molino. Las máquinas hace semanas que entraron en el antiguo edificio para convertirlo en ruinas y durante estos últimos días las excavadoras se habían afanado para aplanar debidamente el terreno antes de comenzar con la construcción de las nuevas instalaciones. No obstante, esta dotación ha sido la fotografía del parón de la construcción dentro del decreto de cese de las actividades no esenciales y toda la maquinaria ha debido parar desde este pasado lunes para adoptar las nuevas medidas de confinamiento social.

Igualmente, pendiente estaba Zamora de la financiación para el nuevo Museo de Semana Santa, cuyo acuerdo de colaboración debía rubricarse en las mismas fechas en que comenzó la expansión del Covid-19 y por eso hubo de quedarse en ese segundo plano anunciado por Suárez-Quiñones.

Caso similar al del centro cívico que se va a construir en la avenida de Cardenal Cisneros, de cuyo avance había dado cuenta Francisco Guarido pero que se ha visto absorbido también por esa crisis que todo lo debe ocupar. Paciencia, por lo tanto, y siempre teniendo en cuenta que lo primero debe ser siempre lo primero en una situación inédita como es la actual.