La construcción es, sin ningún género de dudas, el sector que sale más afectado de la paralización de las actividades no esenciales decretada por el Gobierno hasta el próximo 9 de abril. La amplia lista de profesiones que tendrán que seguir prestando servicio durante este estado de alarma hace que el impacto de la medida en Zamora sea prácticamente intrascendente.

Con buena parte del comercio ya cerrado y con los servicios básicos cubiertos, la provincia se mantendrá como en los últimos quince días. La industria agroalimentaria salva el envite, al igual que el sector primario. Como resulta evidente, todo el aparato sanitario, de seguridad y de transporte mantendrán su desempeño diario. Pero también lo hará la banca, la hostelería y restauración a domicilio, lo relacionado con la justicia, registros, notarías, prácticamente toda la industria, distribución e incluso el sector de empleadas del hogar. Para Zamora, resulta más concreto situar qué es lo que sí va a cerrar.

La nueva política de confinamiento gubernamental tendrá su mayor impacto, por lo tanto, en la construcción. Un sector que en la provincia de Zamora emplea, según los últimos datos de la Encuesta de Población activa, a más de 5.800 trabajadores. Todos ellos deberán permanecer en casa desde este lunes y verán paralizada su actividad hasta el 9 de abril. A efectos prácticos, este parón se extendería hasta el día 13 de ese mismo mes, dado que la fecha del fin de la norma coincide con el Jueves Santo y durante ese fin de semana pocas obras se encuentran en plena faena.

Todas estas personas que en Zamora se dedican a la construcción, más las pocas salvedades que existen a esa amplia lista de excepciones, quedarán enmarcadas dentro de lo que el Gobierno ha llamado el permiso retribuido recuperable. Esto no se aplicará, no obstante, a los trabajadores ya incluidos dentro de un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE). Entre esos trabajos que también se encuentran dentro del nuevo marco y que serían aplicables en Zamora aparecen, por ejemplo, los oficinistas. Aunque también con tal abanico de puntualizaciones que prácticamente dependerá de cada caso concreto si deben o no acudir a su puesto de trabajo.

La industria, que en la provincia de Zamora emplea a más de 10.000 personas, está prácticamente salvada del parón en su totalidad, dado que buena parte de esos trabajadores están relacionados con la transformación alimentaria o de bebidas. En cuanto a los servicios, salvo los básicos, el resto ya permanece cerrado en Zamora.