El consejero de Cultura y Turismo de la Junta de Castilla y León, Javier Ortega, señaló ayer en su comparecencia junto a la consejera de Sanidad, ante la posibilidad de que la Semana Santa se pudiera retrasar hasta el mes de septiembre que "ningún ciudadano es ajeno a la importancia que tiene esa celebración desde el punto de vista turístico y económico", aunque al mismo tiempo abogó por "ser cautos" y "esperar a ver cómo avanzan los acantonamientos" para tomar una decisión al respecto de esta posibilidad.

"Cuando tengamos la foto fija de lo que ha sucedido y cuando se levanten las restricciones, tomaremos las decisiones y las medidas que sean necesarias", aseguró el titular de Cultura y Turismo de la Junta.