El Regimiento de Artilleros y Lanzacohetes en Campaña con sede en Astorga regresó ayer a la capital para colaborar en las labores de presencia, reconocimiento y vigilancia en las calles. Se trata de la tercera vez, desde que se decretara el estado de alarma, que los militares pisan el suelo de la provincia de Zamora. Estos despliegues se enmarcan dentro de la Operación Balmis puesta en marcha por el Ministerio de Defensa para luchar contra la propagación del Covid-19. En el caso de Zamora, los efectivos desplazados ayudan a la Policía Nacional en el control de las calles y el cumplimiento de la cuarentena social decretada por el Gobierno.

Junto al Ejército y la Policía Nacional, otros cuerpos están también completamente desplegados por las calles de la capital, como son la Policía Municipal y la Guardia Civil. Todos ellos permanecen coordinados para hacer cumplir la normativa fijada en el decreto de estado de alarma.