El narrador oral y folclorista zamorano José Luis Gutiérrez "Guti" ha sido el impulsor de "Rondadores contra el virus" un proyecto que se ha convertido en un todo un fenómeno en Internet que supera los 160.000 me gusta y los varios millares de implicados tanto en España, Sudamérica y el conteniente africano.

-¿Cómo surge "Rondadores contra el virus"?

-En los primeros momentos del encierro un amigo de Murcia, Jesús Tejas, con quien trabajo mucho, compuso una canción muy bonita sobre el virus. Luego hablando con los compañeros de Castilla y León del mundo del folclore, como Alberto Jambrina, los Mayalde, David Álvarez o las gentes de Ringorrango, les propuse que como la gente va a estar encerrada deberí­amos de hacer algo. Pensamos qué hacer y optamos por elegir la ronda, la canción por excelencia de estar juntos. Empezamos a grabar cada uno una ronda y subirlo. En cuestión de horas cogió tal volumen que optamos por hacer un grupo en Facebook con el nombre de "Rondadores contra el virus" pensando que íbamos a colgar nuestras cosas un grupo reducido de gente.

-Su planteamiento de partida ¿cuál era?

-El planteamiento inicial pasaba por ir cambiando de género fue algo que nos duró solo un día. Para mí sorpresa la primera noche ya había 400 vídeos de otras tantas personas y a día de hoy (ayer) van 2.200 vídeos colgados con aportaciones que proceden de América Latina e incluso desde África.

-¿Cuáles son los fundamentos del grupo?

-Partimos de dos lemas muy claros. Uno de Eusebio Mayalde quien dice que contra el miedo lo mejor que se puede hacer es cantar y otro de mi abuelo Manolo, quien decía que el miedo es la madre del egoísmo. Estas dos ideas las hemos unido y cantamos para que nadie tenga miedo, para aliar el confinamiento y para que nadie sea egoísta, se queden en casa y se acuerde de los ancianos de las residencias que son víctimas en esta pandemia porque los que cantamos hemos bebido de esos viejos que se nos están yendo. Además partimos de un material que es lo que se cantaba en las cocinas. Estas canciones ya sirvieron en guerras, hambres y calamidades para tener a la gente unida en las cocinas cantando.

-Unas cocinas ahora cambiadas por las nuevas tecnologías.

-Lo que ha provocado Internet es que en el grupo cante gente del folclore para gente del folclore. Se ha producido una conexión de gente que estaba cantando rondas desde Baleares a los Pirineos y desde Canarias hasta Murcia y en los últimos días se están sumando desde Sudamérica también. Internet ha puesto en conexión y valor músicas de muchos sitios y ha hecho de nueva cadena. Ahora que nos podemos reunir para aprender canciones unos de otros, pues las subimos. Con los romances la gente ha colgado tantos que hemos tenido que hacer una página paralela porque había persona que quería aprenderlos. El proyecto se ha convertido en una herramienta de divulgación y de compartir.

-Muchos videos comienzan dando las gracias los participantes y confesando que gracias a ella salen de su rutina.

-Primero tienes que pensar la canción, cuando grabas te pones guapo lo que, desde luego, ayuda a romper la rutina. Además, como proponemos distintos temas la gente está pensando qué cantar. Ahora hemos propuesto los retos desafiantes, que consiste en cantar uno una canción y desafiar a otro u otros del grupo, integrado por 6.700 personas, que vuelva a interpretar el tema.

- "Rondadores" ¿se va convertido en un vínculo entre folclorista?

-Ha logrado que las personas que nos dedicamos a bailar y cantar compartamos cosas y visibilizar la fuerza del folclore que une a niños y mayores. El folclore ha tenido como algo casposo durante mucho tiempo y con esto se ve que existe una gran cantidad de gente que ama las tradiciones y que le gusta cantar la canción de nuestros mayores, lo que es muy importante.

-El fenómeno también está implicando a personas del folclore de otras latitudes.

-Los primeros vídeos de fuera eran de Colombia. Recuerdo todavía con emoción las imágenes de un colombiano que se llama César que nos habló de su trabajo con los viejos de su país y de cómo había ido a las tribus y pueblos recuperando los tambores y los panderos, nos sentimos muy identificados porque es lo mismo que se ha hecho en España.

-De este fenómeno ¿con qué se queda?

-Con el cariño y la generosidad de la gente, lo que se percibe en sus explicaciones. Los músicos somos la retaguardia que velamos por mantener alto el ánimo de la gente.