El tejido empresarial zamorano continúa siendo motor del empuje colectivo para salir cuanto antes de este agujero sanitario provocado por el coronavirus. En esta ocasión, más tejido que nunca. Y es que varias firmas del sector textil, bajo la coordinación del sello Ángel Iglesias, están trabajando sin descanso para elaborar equipos de protección individual que ofrecer a los sanitarios de hospitales y residencias de la provincia. Sometidas unos estrictos parámetros técnicos y con la supervisión de calidad de la Junta de Castilla y León, este grupo de empresas dedicadas al diseño de moda, venta de telas y talleres de confección han sacado ya adelante 20.000 mascarillas y 600 batas. Por delante, una meta desconocida que tan solo se cuantificará en el momento en que todo esto termine.

Miguel Iglesias es la persona que está organizando un equipo de unas veinte personas que trabaja contra el cronómetro para que los profesionales de la Sanidad en Zamora estén protegidos. Los últimos días han sido frenéticos y la situación ha pasado del negro al blanco en cuestión de horas. "Nosotros nos dedicamos a la fábrica de ropa y teníamos todo parado; de hecho, estábamos preparando un ERTE cuando tuvimos contacto con la Junta de Castilla y León para comenzar a sacar estos artículos de protección", señala este profesional de la moda.

En ese momento, el escenario cambió por completo. Tanto su empresa como otras tantas del ramo se pusieron inmediatamente manos a la obra para elaborar los patrones y recopilar el material necesario. "Siempre siguiendo las indicaciones estrictas de la Junta de Castilla y León en materia de calidad", explica. El conglomerado de colaboradores ha decidido trabajar para la administración a precio de coste y el resultado es un triple beneficio. Las empresas no cierran, la Junta tiene a mano capacidad de fabricar material y los sanitarios reciben la protección necesaria para trabajar.