Uno de los tres detenidos tras la operación llevada a cabo por la Policía Nacional la semana pasada en Zamora contra el tráfico ilícito de armas y que se encuentra en prisión sin fianza, ya fue juzgado por hechos similares ocurridos en la capital en 2008, cuando se le requisó un arsenal de 367 armas, de las que 22 resultaron prohibidas, como revólveres, ametralladoras, pistolas semiautomáticas y hasta un subfusil.

En el juicio, celebrado en 2012, el detenido llegó a un acuerdo con la Fiscalía, evitando así su entrada en prisión, puesto que la pena solicitada no excedía de los dos años. El Juzgado de lo Penal entonces le condenó a una multa de más de tres mil euros como autor de un delito de tenencia de armas prohibidas.

El caso se tramitó inicialmente como un delito de tráfico de armas de guerra, debido al importante arsenal que los agentes hallaron en la vivienda del vecino de Zamora, natural de la capital. Las investigaciones de este caso habían comenzado en Palma de Mallorca contra el propietario de una tienda de objetos militares, donde se vendían armas. Fueron escuchas telefónicas las que vincularon al zamorano con negocios con el propietario de esa tienda, lo que le condujeron a prisión preventiva durante tres meses.

El subdelegado del Gobierno Ángel Blanco, compareció ayer junto al comisario jefe de la Policía Nacional de Zamora, Ubaldo de la Torre, para detallar los pormenores de la operación desarrollada en Zamora la pasada semana, que se saldó con trece registros en pisos y trasteros de la capital, encontrando más de trescientas armas.

Blanco remarcó que entre el arsenal incautado se encontraban "explosivos con mucha fuerza y armas muy peligrosas" y felicitó a los agentes por la detención de los tres hombres, acusados de los delitos de tenencia ilícita de armas, de tráfico ilícito de armas y de depósitos de armas y de explosivos. "Es una operación muy importante contra la lucha de tráfico de armas", remarcó.

Por su parte, el jefe de la Policía señaló que con esta desarticulación "se han abierto nuevas líneas de investigación para determinar la venta de estas armas o piezas de munición en el mercado negro, así como componentes a grupos de criminales o terroristas".

La operación, que arrancó el septiembre del pasado año en una treintena de países y donde se constató que una persona de Zamora se dedicaba a enviar por paquetería postal diferentes piezas a uno de los investigados, se enmarca dentro del plan de actuación de la Policía Nacional para prevenir el desvío ilegal de este tipo de armas "a personas relacionadas con criminales tanto comunes como de bandas organizadas", identificó De la Torre, quien aprovechó para felicitar a todos los compañeros que han participado en la incautación, clasificación y puesta a disposición judicial de los detenidos y las armas. Estas están ahora en dependencias de la Policía Científica, que será la encargada de emitir un informe a la autoridad judicial. En el caso de Zamora, es el Juzgado de Instrucción número 2 quien ha llevado este caso.