El turismo va a ser uno de los principales damnificados en la provincia de Zamora dentro de esta crisis global causada por la pandemia del coronavirus. Las pérdidas, económicamente, todavía son incalculables; pero sí se puede hablar ya de plazos a juzgar por el pulso del sector a la ciudadanía, que se refleja en materia de reservas y cancelaciones. También es una buena fuente de información la Oficina Municipal de Turismo, donde se suceden las llamadas interesándose por la situación tanto en la capital como en los pueblos. Todo ello permite, a día de hoy, arrojar una certeza. Y es que Zamora da por perdido el turismo de primavera. Una estación menos en un 2020 que se presenta negro. No en vano, se trata de los tres meses que más gente decide visitar este territorio.

El concejal de Turismo del Ayuntamiento de Zamora se muestra preocupado por el futuro del sector en la capital y también en la provincia. La suspensión de la Semana Santa ha sido un palo muy duro, pero apenas hubo tiempo de lamerse las heridas antes de que se decretara el cierre casi total del sector de la hostelería. "El impacto va a ser muy importante, porque en Zamora hay muchos negocios que pueden vivir tranquilos el resto del año simplemente con lo que ganan durante la Semana Santa", reflexiona el edil de Izquierda Unida en declaraciones a este diario.

Otra de las patas importantes sobre la que se sustenta el sector en la provincia de Zamora es la del turismo de congresos, que también ha sufrido un duro golpe tras el decreto de estado de alarma impulsado por el Gobierno de Pedro Sánchez. "Ya hemos tenido cancelaciones, como es el caso de un congreso de jueces, y probablemente sigamos en la misma tónica mientras dure esta situación", avanza el concejal encargado de este área dentro del Ayuntamiento de Zamora.

Toda esta actividad perdida no hace sino generar incertidumbre en un sector que ve cómo se le escapa entre los dedos una de las estaciones más importantes del año. Atendiendo a los datos del pasado curso 2019, el número de visitantes registrados por la capital durante marzo, abril y mayo fue de 23.281 personas, de un total anual que ascendió hasta los 77.542 viajeros en conjunto. Quiere decir esto que la crisis del coronavirus se puede llevar por delante uno de cada tres turistas, en términos anuales, de cuantos deciden visitar esta tierra durante la primavera.

Christoph Strieder, no obstante, afirma que no es momento para llorar, sino para buscar soluciones y estar preparados en cuanto las autoridades pertinentes dictaminen que ya no existe peligro. "Hay que mirar al futuro para poder recuperarnos, porque esta estación ya la hemos perdido; debemos salir adelante y volver a los buenos datos que hasta el momento estábamos registrando", señala el concejal del área.