"Ha sido una decisión más fácil que tomar que cuando llueve, porque la salud de las personas está por delante de todo, incluso del patrimonio. Pero es muy dolorosa". La frase de Teo Hernando, presidente de la cofradía de la Santa Vera Cruz resume la idea general de los responsables de las hermandades con las que ha hablado este diario para conocer sus impresiones después del cerrojazo a las procesiones por culpa de la crisis del coronavirus que se hacía oficial después del comunicado de las juntas de Semana Santa de la región.

"La Junta pro Semana Santa no ha suspendido ninguna procesión, porque son las cofradías las que tienen que hacerlo", indica a este diario el secretario y portavoz del órgano cofradiero, Rufo Martínez de Paz. Por eso él mismo se encargó de realizar una consulta a todos los presidentes, mediante su grupo de Whatsapp para preguntarles si autorizaban a la presidenta, Isabel García Prieto, a firmar el comunicado conjunto con el resto de semanasantas de la comunidad. "Lo que se pidió es autorización para firmar el comunicado en el que se anunciaba la suspensión de los desfiles, pero no para suspender ninguna procesión, aspecto que es competencia de cada hermandad". En el escrito se informaba a los presidentes que dijeran si estaban de acuerdo con la firma del comunicado, entendiéndose que quien no manifestase su parecer es que estaba conforme. De los 16 presidentes, 15 respondieron positivamente y uno no contestó, por lo que, una vez que se esperó un tiempo prudencial, se consideró que había unanimidad. "La presidenta no podía firmar nada sin esa unanimidad, que entendimos concedida", afirma el secretario.

El comunicado explicaba que ante las extraordinarias circunstancias relacionadas con la pandemia del coronavirus y atendiendo a las indicaciones de las autoridades civiles y eclesiásticas "se suspenden todas las actividades públicas organizadas por las cofradías y hermandades de la comunidad". A continuación deseaba que "esta triste noticia no suponga una merma en la salud espiritual de todos nuestros cofrades y de los fieles cristianos que siguen las catequesis públicas realizadas en los distintos cortejos procesionales".

El comunicado iba a emitirse firmado por todas las hermanades, pero la Vera Cruz de Zamora se adelantó anunciando que suspendía la procesión, lo que originó el malestar de la Junta de Semana Santa de Valladolid, que decidió desmarcarse del comunicado conjunto y hacer uno propio. Este adelanto de la Vera Cruz no respondió a ninguna mala intención: "Creíamos que podíamos sacarlo ya", indica Teo Hernando.

A continuación se fueron sucediendo los comunicados de varias directivas anunciando la suspensión de procesiones en Zamora, entre ellas la Tercera Caída que consideró, además, una "injerencia" el anuncio de la Junta Pro Semana Santa, ya que sólo la hermandad está facultada para organizar o suspender la procesión. Rufo Martínez de Paz entiende que la Junta Pro Semana Santa en ningún momento trató de inmiscuirse, sino que sólo pidió autorización para firmar un comunicado con el que todo el mundo estaba de acuerdo.

Sea como fuere las cofradías se afanan ahora en minimizar daños, conscientes de que han hecho lo que debían aunque les duela y les genere un quebranto, tanto por el trabajo realizado como por la inversión en bandas y otros gastos. Teo Hernando, de la Vera Cruz y Toño Martín, vicepresidente de Jesús Nazareno y Graciliano Hernández, presidente del Santo Entierro, intentan minimizar daños, sobre todo por la gran cantidad de bandas de música contratadas, que, coinciden, "se están portando muy bien". Además el Santo Entierro en su calidad de cortejo oficial tiene unos cuantiosos gastos fijos, de atención a autoridades e invitados, que ahora deben trata de minimizar. "Sacar la procesión a la calle nos cuesta más de cincuenta mil euros", explica Hernández. Para todos, la suspensión era inevitable: "La salud es lo primero".