Los hay que viven en una burbuja y también quienes piensan que el mundo no va con ellos. En el primer grupo se encuentran los que ayer fueron advertidos por los agentes en plena calle durante el primer día de estado de alarma y volvieron a sus hogares. En el segundo, tanto el detenido como los ocho sancionados que, además de incumplir la normativa y colaborar con la expansión del coronavirus, llegaron a enfrentarse a la autoridad.

De hecho, en una de las intervenciones citadas, un vecino acabó siendo arrestado al oponer resistencia a los agentes de seguridad del Estado, cuando se disponían a tramitar la sanción por circular por la vía pública sin justificación. Aún así, el subdelegado del Gobierno, Ángel Blanco, ha querido destacar el "comportamiento cívico" de la gran mayoría de los ciudadanos de la provincia, que han respetado al pie de la letra las restricciones por el estado de alarma. Asimismo, Blanco ha querido precisar aspectos como el del recorrido con mascotas, que no puede convertirse en "excusa" para dar paseos excesivamente largos por la calle.

De hecho, las Fuerzas de Seguridad se han dedicado esta primera jornada de limitaciones a informar a los ciudadanos. En cuanto a las multas, "no se trata de sancionar por sancionar, sino salvaguardar el comportamiento de las personas que sí cumplen la norma", apuntó.

Con este panorama y pese a los continuos avisos de las autoridades, no viene de más recordar que solo hay unos pocos escenarios en los que el vecino puede permanecer en la calle. Estos desplazamientos han de ser para la adquisición de alimentos, productos farmacéuticos y de primera necesidad; asistencia a centros sanitarios; asistencia al trabajo; retorno al lugar de residencia; asistencia a cuidados de terceros; desplazamientos a entidades financieras y seguros; causa de fuerza mayor; o cualquier otra actividad de análoga naturaleza. Fuera de estas premisas, está terminantemente prohibido permanecer en la vía pública. Y la ley se hará cumplir.

Así lo asegura también Concha Rosales, concejala de Seguridad Ciudadana, quien ha explicado que durante la jornada de hoy y las venideras existirá cierto control por parte de los agentes a quienes se encuentren en la vía pública. Será una acción de rutina, en la que las fuerzas de seguridad preguntarán a quienes vean por la calle hacia dónde se dirigen. Hay que tomarlo con "tranquilidad y naturalidad", dado que los agentes esperan respuestas justificadas y acordes con la normativa. "Si uno va al trabajo, se dice y está listo", explica Rosales.

Ahora bien, quienes no tengan esa justificación, deberán quedarse en casa a riesgo de ser denunciados por su conducta. Cabe recordar que todo el mando policial y de seguridad se encuentra en manos del Gobierno, de manera que los agentes tramitarán la oportuna denuncia, en su caso, para posteriormente trasladarla a la Subdelegación y que proceda a la sanción y multa correspondiente. En el escenario actual, las infracciones se rigen por la Ley de Protección de la Seguridad Ciudadana, la Ley del Sistema Nacional de Protección Civil, la Ley de Salud Pública y la Ley Orgánica del Código Penal. La infracción más leve puede suponer una multa de 100 a 600 euros, pero en el peor de los casos puede haber multas de 600.000 euros y prisión de tres meses a un año.