El Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León ha decidido autorizar cautelarmente la "suspensión de todas las actuaciones judiciales programadas" incluidos los juicios, hasta el 25 de marzo, por existir riesgo para la salud de las personas o de propagación del coronavirus, medida que se aplicará en los juzgados de la provincia. Los plazos procesales se suspenden hasta esa misma fecha.

Quedan a salvo las actuaciones que provoquen perjuicios irreparables, internamientos urgentes, protección de menores y otras acciones inaplazables. El registro civil sí expedirá licencias de enterramiento; celebración de matrimonios; e inscripciones de nacimiento. Funcionarán también los servicios de guardia, las actuaciones con detenido, medidas cautelares urgentes, asuntos que afecten a derechos fundamentales o juicios en lo Social inaplazables. También los que provoquen un daño grave en caso de ser suspendidos.