Apelar a la responsabilidad individual para seguir los protocolos sanitarios y no viajar fuera de Madrid es la tónica generalizada entre los zamoranos que residen en la capital, que aseguran que lo más sensato es quedarse allí para evitar la posible transmisión del coronavirus. Así lo piensa Arantxa Villar, madre de tres niños pequeños, que lleva teletrabajando varios días, ya que su empresa está ubicada en un local de "coworking" en pleno centro de Madrid, por lo que así también elude el transporte público. "Lo más coherente es no salir ahora de la ciudad, encima con niños, que no sabes si pueden estar contagiados", razona. Señala que lo que se está viviendo en Italia "hace que la gente aquí sea un poco más comedida y esté más resignada a esta situación", al tiempo que asegura que ya se nota incluso menos tráfico en la ciudad. "Creo que desde que se impuso el cierre de los colegios, la gente ha reaccionado", subraya.

Tampoco tiene pensado viajar a Zamora Jesús, empleado en una agencia de marketing digital, que sigue trabajando en la oficina, aunque con muchos menos compañeros que hace unos días. "Nos instan a que optemos por el teletrabajo, pero el centro está repleto de carteles sobre medidas sanitarias y botes con gel desinfectante", describe. Tardará en venir a ver a la familia porque sin saber si es portador del virus o no, "no quiero poder contagiar a algún familiar que está dentro del grupo de población de riesgo", razona. Por ello también denuncia la actitud de todos los residentes en Madrid que han viajado en estos días fuera. "No tenían que hacerlo, es una irresponsabilidad porque así lo único que hacen es propagarlo", lamenta.

Carlos Sever estudia Cinematografía y, de momento, la facultad ha suspendido las clases durante una quincena. "Ahora estamos a la espera de que nos especifiquen si tendremos clases online o recuperaremos horas en verano o durante fines de semana", detalla. De momento, deberá seguir con la entrega de trabajos. "Creo que hay más pánico entre las personas mayores, los jóvenes se están tomando esto como un periodo vacacional", reconoce.

Sobre la situación que se vive en Madrid, el zamorano afirma que se ve menos gente en la calle, "pero el ritmo de vida no ha disminuido por ello". En su caso, también se ha tomado al pie de la letra las recomendaciones de sanidad y se lava continuamente las manos, "evitando tocarme la cara, pero intento hacer vida normal, aunque más dentro de casa que fuera", advierte.

La periodista María Reguilón, que trabaja en el Teatro Real ?donde se han suspendido varias funciones? evita viajar en metro, "porque hay gente poco cívica, que tose sin taparse y estás totalmente expuesto", considera. "Y a mí no me preocupa contagiarme, sino que yo pueda hacerlo a gente con problemas graves de salud", añade. Por eso también ha cancelado todos los viajes que tenía programados próximamente.

Julia García es enfermera en un colegio de un pueblo de Toledo cercano a Madrid, por lo que todavía sigue trabajando, aunque las compañeras que ejercen en hospitales de la capital le transmiten que están "desbordadas" ante la emergencia sanitaria. "Al principio nos lo tomábamos un poco a broma, pero ahora hemos visto la gravedad y en menos de una semana se nota el miedo", reconoce.

En su caso, aparte de las pertinentes medidas higiénicas, ha optado por no salir de casa si no es estrictamente necesario, ya sea para trabajar o ir a la compra. "He dejado incluso de ir al gimnasio y aunque estuve en la manifestación del 8-M el domingo, con la situación actual no habría participado", confiesa. Apela también a la responsabilidad de todos para que la gente no salga de Madrid "y lo menos posible de casa", añade. Considera que las autoridades están actuando según los protocolos de sanidad. "Van paso a paso, pero es cierto que otros países han tomado medidas más rápido", compara.