Pese a los mensajes que ayer emitió el portavoz de la Junta de Castilla y León, Francisco Igea, sobre el incierto futuro de la Semana Santa de este año, los hosteleros todavía confían en que la Pasión se celebre "con normalidad". Con todo, y siendo este el mensaje oficial, la realidad es que el sector está preocupado por la posible cancelación del mayor evento económico y cultural de la ciudad de Zamora, prácticamente el único capaz de poner a la capital en el mapa turístico nacional durante diez días al año. De la celebración de la Semana Santa dependen buena parte de los ingresos de muchos establecimientos hoteleros de la capital zamorana, establecimientos que durante estos días suelen estar prácticamente llenos y que registran unos niveles de ganancia fuera de los habituales.

A día de hoy, explica el presidente de la Asociación Zamorana de Empresarios de la Hostelería (Azehos), Óscar Somoza, la realidad es que el ritmo de reservas va bastante más lento de lo que es habitual a tres semanas vista de la Semana Santa. "De momento no es preocupante", asegura Somoza, "pero estamos alerta".

Las principales web de reserva de viajes hablan de una ocupación en Zamora que ronda el setenta y cinco por ciento para los principales días de la Semana Santa. Lejos, muy lejos, del cien por cien que es habitual año tras año desde semanas antes de la celebración de la Pasión en la ciudad. Además, los datos son más flojos ahora de lo que eran hace unos días, lo que habla de la existencia de cancelaciones por parte de los turistas.

El ritmo de visitantes también se ha reducido en los últimos días. Son bastantes los viajes que se han anulado en las últimas jornadas y no hay más que pasear por el casco antiguo de la ciudad para observar un ritmo más lento del normal, sin apenas turistas por las calles de la capital zamorana.