Zamora albergó guarniciones militares musulmanas y esta presencia frecuente en la ciudad de tropas andalusíes durante la segunda mitad del siglo X es el contexto en el que cabría encuadrar la aparición en la ciudad de los dirham hallados en las excavaciones del solar donde hoy se levanta el Consejo Consultivo de Castilla y León. "En cualquier caso, y sin descartar explicaciones de otro tipo, este conjunto de dirham(s) califales debe añadirse al resto de elementos materiales de naturaleza andalusí que ofrece la realidad arqueológica de Zamora, conformando un paisaje histórico de hibridación cultural que debió caracterizar la ciudad durante los siglos altomedievales".

Es la valoración que aparece reflejada en el estudio sobre las monedas omeyas aparecidas durante las excavaciones del Consultivo que firma Javier Jiménez Gadea, conservador del Museo de Ávila y que publicó el Anuario del Instituto de Estudios Zamoranos en 2016, es decir un trabajo previo al último que ha visto la luz firmado por Cruces Blázquez Cerrato y Albero Martín Esquivel en el que ya se describen las características principales de las monedas.

Este autor señala que las monedas analizadas poseen unas características tipológicas, metrológicas y cronológicas que permiten considerarlas "un conjunto unitario, pese a proceder de una unidad de estratificación definida como nivel de echadizo. Son tres dirham(s) completos y tres fragmentados o recortados, más otros dos fragmentos de difícil consideración como piezas individuales o parte de las otras".

El abanico cronológico proporcionado por la más antigua, indica el autor (año 352 de la Hégira, que es el inicio del calendario musulmán que toma referencia la fecha en que Mahoma huyó de La Meca a Medina y que equivale al 963-964 del calendario cristiano) y la más moderna (año 357 de la Hégira / 967-968 d.C.) es un corto espacio de tiempo, correspondiente al período central del gobierno del califa Al-?akam II (961-976 d.C.), momento en el que todas las acuñaciones oficiales se realizaban en la ceca de la ciudad palatina Mad?nat al-Zahr? (Medina Azahara)

"La homogeneidad que presenta el conjunto permite considerar que proceden de un depósito unitario, a pesar de su aparición en posición secundaria durante el proceso de excavación. Por otro lado, el corto espacio cronológico que ofrecen las monedas entre sí supone un uso y circulación en fecha no muy alejada de la de su acuñación, ya que de lo contrario al conjunto se le habrían añadido otras monedas más modernas. Hay que pensar, pues, que su presencia en la ciudad de Zamora debió producirse durante el califato de Al-?akam II" señala el trabajo publicado por el Instituto de Estudios Zamoranos.

Si bien no son las únicas monedas andalusíes que posee el Museo de Zamora, "sí se pueden considerar las únicas que, procedentes de excavación arqueológica, aportan una fecha altomedieval (segunda mitad del siglo X ) con la que poder relacionar otros elementos del registro arqueológico de la ciudad. El Museo de Zamora conserva cuatro dirham(s) cuaidrados de época almohade (siglos XII-XIII), donación de un particular y procedentes de Sevilla; y una dobla nazarí, de Mu?ammad IX (1427-1429), entre las 87 monedas de oro, de procedencia francesa y aragonesa, que junto con otras castellanas, 15 de plata y miles de vellón, conforman el tesoro de la Plaza de Arias Gonzalo, fechado en torno a 1435", señala el autor, haciendo referencia a trabajos previos sobre el particular.

"De hecho, su presencia en Zamora no debe extrañar habida cuenta de la importancia estratégica de la misma, en el contexto de frontera que la ciudad mantiene durante todo el siglo X entre el estado andalusí y el reino leonés; frontera no lineal ni impermeable y que lejos de impedir trasvases culturales, los propicia, pues permite el contacto asiduo entre dos realidades culturales en ese momento quizá aún no suficientemente definidas ni individualizadas", apunta el autor.

Es probable, además, "que en Zamora perviva todavía en esas fechas el importante grupo poblacional de tradición andalusí, de religión cristiana, que vino a poblar la ciudad a finales del siglo IX, procedente de Toledo, que reflejan las fuentes escritas; es decir, anterior en sólo dos o tres generaciones, y que perfectamente podría seguir manteniendo sus rasgos culturales", afirma Jiménez Gadea.

Por otro lado, en esta época y fuera del ámbito territorial de Al- Andalus, "resulta poco frecuente el hallazgo de moneda omeya" como el encontrado en Zamora, "en parte debido a que la estructura feudal propia de los reinos cristianos se desarrolló sobre una base económica no monetaria, al contrario que en el territorio andalusí, fuertemente monetizado debido, entre otros factores, a su naturaleza fiscal. Por ello, la aparición de estas monedas, quizá se deba, directamente, a la presencia en Zamora, en determinados momentos de la segunda mitad del siglo X, de tropas califales, que protagonizarían episodios de ocupación militar ocasionados por los vaivenes de los enfrentamientos políticos; pues la moneda, además de satisfacer necesidades fiscales y de intercambio, era necesaria para el pago del ejército".

En este sentido, deben tenerse en cuenta "las abundantes citas en las fuentes árabes a los asedios que las tropas califales sometieron a la ciudad de Zamora, desde los tiempos de Abd al-Ramán (Abderramán) III hasta los de Almanzor, es decir, todo el siglo X con especial intensidad en su segunda mitad. La coincidencia de estos hechos con la cronología ofrecida por las monedas es tal que resulta difícil no relacionar su presencia con uno de esos episodios, más concretamente con aquellos en los que tras el asedio y toma de la ciudad, el poder califal decidió establecer una guarnición militar que garantizase el control de la misma".

Esto ocurrió, al menos, en dos ocasiones según las fuentes escritas: en 348 H / 959 d.C, bajo el gobierno de Abd al- Ramán III , y en 389 H / 999 d.C, ya durante el califato de Hiam II y gobierno absoluto de Muhammad ibn Abí? Amir, al-Mansur bil-lah. En este momento, además, Almanzor nombró un gobernador para la ciudad: Abul-l-Ahwas? Ma'n ibn Abd al-Aziz al-Tuyibi. Por otro lado, para otro autor, el geógrafo Abú-l-Fidá, en su tratado Taqwím al-buldán (La localización de los países), la ciudad no pasó a manos cristianas de manera definitiva hasta la caída del califato: "Se habla a menudo de esta ciudad en los relatos de las campañas de an-Násir (Abd al-Rahmán III) y Almanzor ibn Abí Amir contra los cristianos. Los musulmanes se habían hecho con ella, menciona el autor.

Los gallegos la tomaron más tarde durante la fitna (o desórdenes que acompañaron la caída del califato)".