"Me gustaría que me recordaran como un hombre que quiso que a la Virgen de la Concha se le rindieran todos los honores que se merece. Es lo único que pido, no quiero reconocimientos personales (...). Quisiera que pensaran en mí como la persona que se volcó al cien por cien con la Virgen porque la llevo muy dentro desde hace años". Estas palabras las pronunció Conrado Eguaras en una entrevista concedida a este diario en junio de 2007 tras ser elegido Vecino del Año.

Conrado Eguaras Blanco, hombre de profundas creencias religiosas, amigos de sus amigos, muy cercano, un romero infatigable y gran devoto de la Virgen Concha fallecía el viernes a los 86 años de edad. El que durante tres décadas fuera presidente de la Cofradía de la Concha será despedido hoy ante la imagen a la que tanto fervor sintió en una misa de funeral que tendrá lugar en la iglesia de San Vicente a las 10.45 horas.

Eguaras de 1980 a 2010 asumió las riendas de la Cofradía de la Concha, que posteriormente fue nombrado Presidente de Honor, y también fue responsable del Club Náutico de Zamora, socio de honor de la Agrupación Belenista La Morana y hermano de varias cofradías de Semana Santa, como el Santo Entierro o el Yacente.

Durante su larga etapa al frente de la Concha logró que la romería pasara de unas 200 personas a convertirla en la multitudinaria salida, tuvieron lugar tres peregrinaciones a Santiago de Compostela o se produjo la coronación canóniga de la patrona de la ciudad.

Quien lo acompañara 15 años como secretario, José Manuel Calles, menciona la compra de una finca en La Hiniesta "porque él quería que los hermanos no estuvieran sentados en las calles, quería que se acondicionara para que los zamoranos descansaran en ella, dotarla con agua y bancos, pero no se llegó a conseguir". Muy emocionado comparte sus vivencias junto "a un amigo con mayúsculas" preparando los viajes a Santiago que conllevaron muchos desplazamientos a Valladolid o Madrid para que Renfe "nos facilitara un convoy". La primera peregrinación, en septiembre de 1999, "fue impresionante con más de 1.200 personas desplazadas desde Zamora, una acogida extraordinaria en Compostela y una misa de romeros gracias a dos zamoranos, el obispo Julián Barrio y el canónigo Celestino Pérez de la Prieta", enumera.

"Era un buen cristiano, una buena persona, muy devoto de la Virgen de la Concha y un hombre muy de la cofradía" destaca el actual presidente de la Cofradía de Nuestra Señora de San Antolín, Ricardo Flecha Barrio, quien menciona que cuando él entró en la cofradía en 1977 "Conrado ya era de los números bajos". El escultor formó parte durante cinco lustros del equipo de Eguaras. "Nunca dio una voz de más. Dejaba actuar y, sin duda, realzó la cofradía". Este aspecto lo recalca también el cofrade de la Concha y presidente de la Agrupación Belenista la Morana, Francisco Iglesias Escudero. "Fue el hombre que ha hecho que Zamora se enamore de la Virgen de la Concha" a la par que menciona que el fallecido, socio del colectivo y hasta directivo en alguna etapa, "era el primero que se ponía a trabajar y cuando no podía de pie, lo hacía en una silla. Iban a colaborar tanto él como su mujer, quienes siempre estaban pendientes de ayudar en lo que hiciera falta". "Era un hombre que cumplía su palabra, de profunda fe y de tremendos valores humanos de amistad, lealtad y compañerismo que ahora la gente no valora".