La Denominación de Origen Tierra del Vino de Zamora ha logrado consolidar su presencia en el mercado interior y exterior, pero además sigue creciendo. Así lo ha hecho en el año 2019, cuando ha registrado un incremento del 35,99% en las botellas certificadas por el Consejo Regulador.

El número de tirillas emitidas por la Denominación de Origen así lo demuestra, pasando de 173.400 contraetiquetas en 2018 a las 235.800 del año pasado. Esto supone un total de 62.400 contraetiquetas más.

Son datos positivos para una Denominación que se asienta en una zona en la que el cultivo del viñedo y la elaboración de vino de alta calidad han sido fundamentales, desde siempre, en las economías rurales.

Es más, hay citas de época medieval en las que ya se reconocían las bondades de los vinos de esta zona vitivinícola, la única comarca que es conocida con el topónimo de Tierra del Vino.

Este crecimiento ha sido posible gracias a las acciones de promoción que lleva a cabo el Consejo Regulador de la Denominación de Origen, que viene realizando varias presentaciones de sus vinos todos los años con el objetivo de ampliar el conocimiento sobre sus elaboraciones y su presencia en los mercados.

La última presentación tuvo lugar en Valencia el pasado 10 de febrero, a donde ha acudido la DO por segundo año consecutivo. La próxima acción promocional será en Madrid el 12 de marzo. Además, el Consejo Regulador estará presente en el Salón Gourmets de Madrid, que se celebrará del 30 de marzo al 2 de abril.

Tierra del Vino consolida así su presencia en el mercado nacional, en el que vende el 83,59% de su producción; pero también en el internacional, con Estados Unidos, Alemania, Polonia y Reino Unido como principales países a los que se exporta.

Esta Denominación de Origen asienta su potencial en los viñedos de viñas viejas de la zona. Hay que destacar que la edad media de los viñedos es de 65 años.

Son estas viñas viejas lo más característico de Tierra del Vino, donde la conservación de los ejemplares antiguos ha sido posible gracias a que la filoxera no tuvo prácticamente incidencia y, por supuesto, a que ha habido generaciones de viticultores que han trabajado y se han encargado de mantener las plantaciones a lo largo de los años.

Los vinos son limpios, brillantes, con colores intensos y de una intensidad alta en nariz. Son vinos muy concentrados y los tintos son especialmente aptos para envejecer.

Entre los proyectos que centran los esfuerzos del Consejo Regulador destaca la creación de una ruta enoturística certificada.