Zamora 10 se reafirma en que el ayuntamiento viejo no es lugar para acoger el Museo de Baltasar Lobo. Lo hace tras la reunión de la mesa de trabajo en la que participaron 16 personas "con mucho criterio" a las que el equipo de Gobierno, lamenta Francisco Prieto, "no quiere escuchar". Igual que ocurrió con el Consejo General celebrado hace dos semanas, no hubo presencia municipal en la reunión de ayer. "La concejala responsable nos mandó un mail diciendo que no compartía los planteamientos que íbamos a hacer y que no acudiría a la reunión", asegura el gerente de Zamora 10.

La mesa de trabajo extrajo tres conclusiones, conclusiones que se comunicarán oficialmente al Ayuntamiento de Zamora y que, en la práctica, no suponen una gran novedad con respecto a la reunión de diciembre. Primero: que el ayuntamiento viejo no es lugar para la obra "ni por espacio, ni por luz ni por las obras necesarias". Segundo: "Que este es un proyecto de provincia. Aunque el Ayuntamiento es el propietario de la obra, a lo que tenemos máximo respeto, nos debemos implicar todos. No tiene sentido no querer escuchar a la sociedad civil y no dejar proponer alternativas". Y tercero, se solicita al alcalde que convoque una mesa institucional para abordar el caso. "Le corresponde a él", dice Francisco Prieto. Se antoja complicada la convocatoria de esta mesa teniendo en cuenta los últimos posicionamientos del equipo de Gobierno, pero Zamora 10 asegura "no bajar los brazos".

Así las cosas, la pelota está ahora de nuevo en tejado municipal. Hasta que el alcalde no convoque, si es que lo hace, a la sociedad civil para hablar del futuro del legado de Lobo, Zamora 10 pone este proyecto en "modo reposo". La propuesta de la asociación para el desarrollo habla de una sede compartida para el museo entre el ayuntamiento viejo y el Consultivo, con obras en el trayecto entre ambos.