La actividad gripal en Castilla y León presentó un moderado descenso la pasada semana, lo que sitúa a la epidemia en el nivel de intensidad bajo. En esta última semana circuló sobre todo el virus tipo B, especialmente en la población pediátrica, que es las más afectada. La mayor incidencia se da en edades de cero a cuatro años, seguidas de las que van de 5 a 14 años. Sólo en torno al 10% de los casos se dan en personas vacunadas, mientras que lo más habitual es que las infecciones se produzcan en personas que no tienen la vacuna.