Un buen sitio para vivir

El reto demográfico es hoy uno de los principales problemas de los países desarrollados. Y por tanto, de España y de la UE. Un problema que en Castilla y León se ve agravado por nuestras características: un territorio de interior, con gran extensión rural, alta esperanza de vida y elevado porcentaje de personas mayores.

Es un problema que viene de lejos, en el que Castilla y León trabaja desde hace tiempo. Fuimos la primera Comunidad Autónoma en aprobar una Agenda para la Población (2010). Hemos sido socio fundador del Foro de Regiones Españolas con Desafíos Demográficos (FREDD). Y hemos liderado, en la última Conferencia de Presidentes, junto a otras comunidades, el acuerdo para impulsar una Estrategia Nacional sobre los Retos Demográficos.

Es necesario eliminar estereotipos y poner en valor la imagen y la reputación de los territorios más afectados por los riesgos demográficos. Por este motivo, frente a la “España vaciada”, yo prefiero hablar de la “España de las oportunidades”. Porque, estoy convencido que Castilla y León es un buen sitio para vivir.

(Son necesarias) políticas que permitan ofrecer servicios de calidad en el mundo rural, igual que en las zonas urbanas. No puede haber ciudadanos de primera y de segunda. Con una sanidad pública de calidad. Con hospitales en las ciudades y consultorios abiertos en los pueblos, cerca de la gente. Con unos servicios sociales y de atención a la dependencia a la altura de lo que necesitan las personas. Especialmente nuestros mayores. Y una educación de calidad. Con escuelas de infantil y primaria, allí donde estudien 3 niños.

Garantizando un transporte al alcance de todos. Impulsando el transporte a la demanda. Con tarifa plana anual, y tarifa súper reducida para las personas mayores y los jóvenes. Apostando por la transformación digital para que Internet, llegue a todos. Que permita que las empresas se instalen en el medio rural. Y que se asiente la población y las familias. Facilitando el acceso a la vivienda con ayudas al alquiler para jóvenes en el mundo rural, y con el incremento de las viviendas de alquiler social.

Con políticas en el territorioque garanticen el futuro de los pequeños municipios y las diputaciones provinciales. Porque una administración cercana a las personas es vital. Políticas posibles, gracias a la labor profesional de los alcaldes y concejales de nuestros 2.248 municipios, desarrollada, casi siempre, de modo desinteresado.

Con una fiscalidad inteligente y moderada, que prevea un trato positivo hacia el mundo rural y las zonas con menos población. Con el compromiso de no subir o establecer nuevos impuestos, a familias, pymes y autónomos. Y suprimiendo el Impuesto de Sucesiones y Donaciones.

Priorizando el mantenimiento y la creación de empleo. Porque donde falta empleo, es difícil que se instalen más personas, o nuevas familias. Apostando por un modelo productivo, que favorezca el crecimiento y la competitividad de las empresas. Facilitando financiación y el desarrollo de políticas de innovación e internacionalización.

Abaratando el precio del suelo industrial de titularidad de la Junta, una media del 25%. Y facilitando ayudas para adquirirlo. Extendiendo la tarifa plana 24 meses para nuevos autónomos, que llegará a los 36 en pequeños municipios. Y apostando por la producción agrícola y ganadera. Y por los recursos patrimoniales y medioambientales que nos hacen ser líderes en energías limpias o turismo rural.

Lo expuesto hasta aquí nos indica que, el reto demográfico es una cuestión de todos. Del conjunto de las administraciones. Y también de la colaboración público privada. Cada vez son más las Corporaciones Locales que están estableciendo iniciativas en materia poblacional. Y en esta dirección deben ir la UE y el Gobierno de la Nación.

En el ámbito europeo es preciso que, en el nuevo marco financiero 2021-2027, el reto demográfico disponga de recursos específicos e independientes. Sin olvidar la importancia de seguir contando con una PAC fuerte y adaptada a nuestras necesidades. Con más fondos de desarrollo rural. Porque Europa representa el futuro, el progreso y la estabilidad. Muy especialmente, para nuestros agricultores y ganaderos.

Y por lo que respecta al Gobierno de España, pido y ofrezco lealtad y colaboración. Pero para ello, es necesario aprobar la Estrategia Nacional frente al Reto Demográfico. Estrategia que deben ir de la mano, de un nuevo modelo de financiación autonómica. Resultado de un consenso multilateral. Que garantice los recursos necesarios para mantener unos servicios que, en última instancia, son los que han hecho que el modelo autonómico sea un modelo de éxito. Y que Castilla y León sea un ejemplo de cómo hacer bien las cosas.