Un total de 8.432 análisis en 2019, la mayor parte de ellos para comprobar la presencia de sustancias prohibidas, como el clembuterol, o que se utilizan por encima de los límites legales en animales y en otros productos, como la leche, los huevos o la miel. Este es el balance, en líneas generales, de lo que fue el último año de trabajo en el Laboratorio de Salud Pública de Zamora.

Los datos los facilitó este domingo la Junta de Castilla y León desde que se inició el siglo XXI. No en vano, se trata del primer laboratorio certificado por la Entidad Nacional de Acreditación, y se mantiene como el segundo de la región que más determinaciones acreditadas realiza en la actualidad.

En ese sentido, cabe destacar que, hace menos de seis meses, la Consejería de Sanidad invirtió aproximadamente 300.000 euros en la adquisición de un espectrofotómetro de masas. Este aparato permite "determinar la presencia de sustancias prohibidas en alimentación, y su detección en los canales de animales utilizados para abasto".

Asimismo, cabe destacar que las administraciones autonómicas de Castilla y León y Extremadura sellaron en su día un convenio mediante el cual el Laboratorio de Salud Pública de Zamora, a través de la Unidad de Química Analítica, realizó el pasado año más de 200 exámenes dentro del Plan Nacional de Residuos, como recordó la Junta.

Esta serie de circunstancias han permitido que el Laboratorio de Sanidad cuente con un importante "reconocimiento internacional" en el control oficial de alimentos y de sustancias perjudiciales para la salud y el medio ambiente. Ese nivel le permite obtener resultados a nivel judicial para cualquier contencioso, y su prestigio le ha convertido en el laboratorio oficial para el estudio de muestras de productos cárnicos para la exportación a Estados Unidos.

Además, en este centro se realizan análisis microbiológicos oficiales en muestras de aguas de consumo humanas, de zonas de baño, alimentos o superficies de contacto. Todas ellas proceden de la industria y establecimientos públicos, tales como comedores colectivos, establecimientos de minoristas y de restauración, y están relacionadas directamente con la salud de la población. Dichos controles permiten prevenir, eliminar o reducir los riesgos que amenazan a la población a través del medio ambiente.

Finalmente, cabe subrayar que el Laboratorio de Salud Pública de Zamora fue el único oficial de Castilla y León que aisló el pasado año la "listeria monocytogenes" en el producto cárnico causante del brote de listeriosis de Andalucía.