El proceso de digitalización abre nuevos horizontes en la movilidad de las personas y también en la competencia de los productores. Hasta los más pequeños pueden rentabilizar sus negocios si se tienen conocimientos básicos, que se ofrecen mediante acuerdo entre Google y el Gobierno de España.

La industrialización comenzó un desplazamiento creciente y continuo del mundo rural a las ciudades, porque era en ellas donde existían oportunidades laborales, comerciales, educativas, culturales y de entretenimiento.

En los últimos 15 años han desaparecido 900 pueblos en España. Hoy, la mitad de los municipios de España tiene menos de mil habitantes y hay 1.300 pueblos con menos de 100 habitantes.

La despoblación de un municipio significa la desaparición de su cultura, de sus costumbres y por lo tanto de un trozo de España. Su causa es similar al exilio de talento de nuestro país en las épocas de crisis: no es una emigración deseada sino asumida.

La tecnología digital conectada a internet nos ofrece un mundo de beneficios interminable, por lo que la digitalización es la gran oportunidad para revertir este proceso de abandono y comenzar así una nueva vida para el ámbito rural.

El ámbito digital ha roto barreras de espacio -evitando la necesidad de desplazarse y creando un mundo sin fronteras, sin visados-, barreras de tiempo -ofreciendo repositorios infinitamente mayores a las mejores bibliotecas de la humanidad-, barreras económicas -dando acceso a un mundo de cultura, educación, comunicación y entretenimiento gratis- y barreras de la intermediación -la dependencia de que pusieran vuestros productos en una estantería destacada-. El ámbito rural puede aprovechar más que nadie estos beneficios.

Pondré tres ejemplos: la agricultura -que hoy ocupa las portadas-, la medicina y la cultura.

Gracias a la digitalización, la agricultura logra explotaciones más rentables y medio ambientalmente más sostenibles. La aplicación de la tecnología en los sectores productivos también abre nuevas oportunidades de explotación en el campo, de las que se benefician el conjunto de la economía rural y su población. El internet de las cosas o el big data permiten automatizar la resolución de problemas, anticiparse a los retos, y hacer una agricultura más competitiva, sostenible, eficiente y escalable. Y también, llegar directamente a los hogares.

Podemos destacar tres grandes oportunidades de desarrollo agrario para el mundo rural.

1. Eficiencia: mejorar los procesos y ahorrar costes. Una empresa aragonesa ha desarrollado una tecnología que ha permitido ahorrar hasta un 60% de agua en un año de sequía. Es un ahorro económico y medioambiental.

2. Amplificación: dar el salto de vender a nivel local a distribuir a todo el mundo. Hoy cualquiera puede informarse de tus productos y servicios desde cualquier lugar e idioma, en cualquier momento, y gratuitamente. Ya no son tan necesarios los comerciantes que ponen vuestros productos en sus mercados, porque podéis informar, vender y enviarlos directamente a los consumidores finales.

3. Diferenciación: esa oportunidad global para vender lo es también para competir. Hoy es más necesario que nunca aportar un valor diferencial que sea el distintivo de la marca de un producto o servicio, que lo haga distinguible y especial. Y aquí partimos con una posición privilegiada, la Marca España.

Una aportación de Google a la agricultura: hemos desarrollado Tensor Flow , una librería gratuita de código abierto que se utiliza como herramienta de aprendizaje automático con la que, por ejemplo, ganaderos holandeses miden la salud de sus vacas, o naturistas de todo el mundo salvan animales atrapados en el océano por viejas redes de pesca. Sólo con aplicar esta tecnología al tratamiento de imágenes aéreas.

En medicina, el avance tecnológico ha ido siempre de la mano del avance científico y, como dice Mireia Sans, presidenta de Sección del Colegio de Médicos de Barcelona, se puede aplicar en el ámbito clínico, el docente y en la investigación; la digitalización ayuda a mejorar la atención al paciente superando la dispersión territorial del ámbito rural.

El Colegio de Médicos de Barcelona enumera tres formas de aplicar las nuevas tecnologías con el objetivo de mejorar la calidad asistencial en el ámbito rural:

1. Difusión de información de calidad a través de webs, blogs o redes sociales para favorecer la autonomía del paciente en el seguimiento de su enfermedad. Y a los médicos les permite consultar el historial clínico, compartir información sanitaria, y conectar con sanitarios de todo el mundo, permitiendo el intercambio de opiniones y experiencias como si estuvieran en el hospital de una gran ciudad rodeados de compañeros de profesión.

2. Las consultas on line permiten valorar las cuestiones no urgentes entre el profesional de la salud y el paciente, mejorando la accesibilidad y evitando desplazamientos y colas, con el coste de tiempo, económico y ecológico que esto conlleva. Y las interconsultas con telemedicina permite al médico de Medicina Primaria ver imágenes de la zona afectada del paciente y así determinar la derivación a la especialidad que corresponda, como traumatología o dermatología, sin necesidad de haberse desplazado.

3. Y, aunque parezca menos importante, el procesamiento de datos en la nube reduce los costes operativos de los servicios médicos, permitiendo dedicar más recursos a lo no digitalizable; además, la historia clínica compartida a través de programas informáticos sirve para asegurar la continuidad asistencial.

Desde Google estamos colaborando al aportar Inteligencia Artificial a los médicos: la misma tecnología que nos ayuda a ordenar nuestras fotos por quién o qué aparece en ellas, ha sido entrenada para ayudar a los médicos a predecir y diagnosticar en etapa temprana el cáncer de pulmón, el más mortal en el mundo y muy difícil de detectar desde el principio. Entrenando a un modelo de aprendizaje profundo a reconocer la malignidad en los escáneres pulmonares, ayudamos a los médicos a detectar el cáncer de pulmón en una etapa anterior, aumentando las posibilidades de supervivencia para aquellos en riesgo, en todo el mundo, sin importar el grado de desarrollo de su país o el nivel rural de su entorno.

Por último, el ejemplo de la cultura, que vive una época de florecimiento histórico. En el siglo XX se gastaron miles de millones de pesetas -lo que había en el S. XX- en Casas de la Cultura para cada población, bibliotecas públicas -como la de la Plaza de Viriato-, fonotecas, ludotecas… inversión pública para dar acceso a la prensa, la literatura, la música, cine, historia… de toda una generación. Y hoy, en el siglo XXI, podemos disfrutarlo cada uno desde nuestra casa gratuitamente, y generando riqueza para sus creadores.

En 2019 la venta de música en España logró los mejores datos del siglo: el consumo digital como YouTube ya aporta 3 de cada 4 euros ingresados por la industria musical en nuestro país. También el arte más consagrado. A través de Google Arte y Cultura hemos digitalizado el patrimonio cultural de los museos del Ministerio de Cultura, de la Generalitat de Catalunya o de la Junta de Andalucía, haciendo que sean disfrutables universalmente.

Y no solo es una oportunidad para consumir cultura, sino también para empoderar a la ciudadanía como creadores culturales, sin necesitar a un primo en una discográfica o un amigo en la radio para dar nuestro talento a conocer. Sólo un dato: las seis canciones más escuchadas del mundo en YouTube el año pasado fueron en español. ¿Cuánto talento hay en esta sala que podría promocionarse en internet para conocimiento de todo el mundo?

Para aprovecharlo son necesarias dos cosas: acceso a internet y una formación básica en el ámbito digital. El acceso a internet lo tenemos: España tiene más kilómetros de fibra óptica que Alemania, Francia, Italia y Reino Unido juntos, y una red de cobertura móvil magnífica. ¿Y la formación en el ámbito digital?

Desde Google España hemos creado Google Actívate con el Gobierno de España y 27 universidades públicas de todas las Comunidades Autónomas. Se trata de un programa de formación en los conocimientos digitales que más demandan las empresas y que menos satisface el sistema educativo, para facilitar el acceso a un empleo cualificado. Hemos formado a medio millón de españoles en Marketing digital, Computación en la nube, Analítica de datos… decenas de cursos breves, gratuitos y en español.

Se trata de tal oportunidad que al enterarse en Latinoamérica se han apuntado más de tres millones de hispanos. Si se puede con un océano de por medio, qué gran oportunidad no será para poder quedarse en el ámbito rural, con la formación más cualificada para trabajar a distancia o promocionar el entorno rural.

Pero, además, desde Google España hemos querido afrontar el reto de la mujer en el ámbito rural de España, para romper las barreras geográficas, económicas y también las de género. Digitalizadas ofrece a mujeres en el entorno rural una formación presencial y gratuita en nuevas tecnologías partiendo de cero, para facilitar su empleabilidad y su emprendimiento. De las 6 millones de mujeres que viven en el medio rural en España, más de la mitad (el 54%) apuesta por el emprendimiento, e identifica como principal “freno” a su desarrollo la carencia de nuevas tecnologías y formación. Para esto nace Digitalizadas y su objetivo es (1) reducir brechas geográficas en el acceso a oportunidades, (2) reducir la brecha entre mujeres y hombres en el uso y la creación de tecnología, y (3) facilitar su inserción social y laboral, empoderándolas para no tener que mudarse de su ámbito rural.