El Gobierno está dispuesto a segregar las grandes parcelas del polígono de La Hiniesta Ampliación para conseguir así dar salida a unos terrenos que permanecen en busca de propietario desde hace doce años. La entidad pública propietaria de este parque empresarial duda del atractivo del producto que actualmente mantiene a la venta. Y tiene sus razones. De las 75 parcelas distribuidas para la instalación de industrias, hasta la fecha se han vendido 57 y otras 19 permanecen a la espera de comprador. Entre todo el conjunto suman 22 hectáreas, pero lo que queda libre son unas diez. Es decir, que lo que ha sido imposible de "colocar" han sido las grandes acumulaciones de metros cuadrados. Por eso, una reparcelación podría suponer un espaldarazo para la reactivación del polígono. O eso, al menos, es lo que esperan desde el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana. Todo esto ocurrirá a demanda, cuando empresarios muestren interés en adquirir terrenos. Pero desde la Entidad Pública Empresarial de Suelo (Sepes) han querido dar a conocer esta posibilidad para abrir una nueva ventana a la implantación de empresas en la capital zamorana.

Son parcelas periféricas y grandes. Muy grandes. Los 19 terrenos que Sepes mantiene a la venta en el polígono de La Hiniesta Ampliación no han conseguido resultar atractivos en más de una década y por eso los responsables del parque empresarial han decidido dar un giro a su política. Según han explicado desde la Subdelegación del Gobierno a este diario, la entidad pública está dispuesta a estudiar una segregación de las parcelas para conseguir la instalación de nuevas empresas. Aunque todo ello está supeditado a que haya demanda. Lo importante, según apuntan desde la administración gubernamental en Zamora, es que posibles compradores no se ahuyenten por el tamaño de las parcelas y su precio en base a criterios objetivos, porque el mensaje que traslada Sepes es que puede haber soluciones para todo tipo de casos y necesidades.

El polígono de La Hiniesta Ampliación, dependiente de la Entidad Pública Empresarial de Suelo del Ministerio de Vivienda (Sepes), se levanta sobre una superficie de 226.000 metros cuadrados. Es decir, 22,6 hectáreas. Su distribución se fijó en 2008, año de su inauguración, en 75 parcelas. Y a lo largo de este tiempo se han vendido 57 parcelas que ocupan una superficie de 12,8 hectáreas. Las 19 que permanecen sin propietario acumulan 9,6 hectáreas. Salvando las distancias, prácticamente el mismo terreno. Por esta razón, la experiencia y el paso del tiempo le han dicho a Sepes que las grandes parcelas no resultan atractivas ni apropiadas para el potencial comprador zamorano. Al contrario, su superficie supone una piedra en el camino para posibles inversores.

Ese comprador zamorano, demuestran los hechos, busca una parcela más pequeña. Se trata de pymes o empresas familiares y nunca suelen ocupar más de 2.500 metros cuadrados. Acudiendo a los planos de los terrenos que Sepes tiene a la venta, la parcela más pequeña que actualmente se puede comprar en el polígono de La Hiniesta Ampliación es de 3.100 metros cuadrados y su precio asciende a los 239.000 euros. En el otro lado de la balanza, existe un gigante de 15.000 metros cuadrados que requiere de una inversión inicial de más de un millón de euros tan solo para su adquisición. Por el camino aparecen terrenos que oscilan entre los 4.000 y los 6.000 metros cuadrados y que nadie hasta el momento ha querido hacerse con ellos. Por eso, el objetivo de la Entidad Pública Empresarial de Suelo del Ministerio es el de lanzar el mensaje de que existen alternativas. Si hay demanda, apuntan desde la Subdelegación del Gobierno en Zamora, será una intervención rápida de llevar a cabo. Pero en este juego deben entrar también los posibles compradores y su interés para ponerse en contacto directamente con la empresa pública promotora de este tipo de suelo industrial.

El futuro del polígono de La Hiniesta Ampliación, por lo tanto, pasa por una reparcelación que genere sensaciones más tranquilizadoras que tener que enfrentarse a parcelas demasiado grandes. Sepes quiere vender y revitalizar el parque empresarial para poder lanzarse a otros proyectos. Pero antes, de manera imprescindible, debe conseguir compradores en este espacio que durante muchos años ha navegado con más sombras que luces.