"Cinco horas de retraso, horroroso", "un niño que necesitaba cortisona no pudo abandonar el tren porque estábamos el medio del campo, entre vallas", "pierdo una conexión y viajo por trabajo", "estamos tirados en Ourense y aquí no hay nadie de Renfe para darnos explicaciones". Fueron algunas de las quejas de los viajeros del Alvia 4165, que oficialmente cubría en la tarde de este viernes el trayecto entre Madrid y Pontevedra, con 379 viajeros a bordo, pero que también llevaba una segunda unidad acoplada con destino a Santiago y Coruña.

Ha sido la avería más grave de los últimos tiempos sufrida por el Alvia, pero tuvo además una pecualiaridad, que el fallo en los frenos dejó literalmente clavado al tren en un punto entre Olmedo y la bifurcación de Medina del Campo, lo que impidió evacuar a los viajeros a otros trenes o autobuses y dejó bloqueado totalmente el tráfico ferroviario entre Galicia y Madrid, en ese tramo de vía única.

El tren Alvia salió ya con algún minuto de retraso de Madrid Chamartín y fue a la altura de Olmedo cuando se paró, después de registrar un apagón de luz, indicaba el viajero gallego Fernando Sanmartín. A partir de ese momento la información que recibieron los viajeros es que había un fallo en los frenos, al parecer de la segunda unidad y que iban a venir a repararlo un técnico acompañado por maquinistas. De dónde venía el técnico es una de las incógnitas, ya que mientras unos viajeros aseguran que llegó de Madrid, otros indican que se desplazó desde Santiago de Compostela, en tren, para reparar la avería. "Creo que hubo falta de coordinación", expresaba este viajero.

Durante cinco horas los usuarios debieron permanecer en el tren: "El interventor pidió autorización para darnos agua, porque iba mucha gente y niños", explicaba un pasajero, quien relata situaciones de apuro, como la del menor que necesitaba cortisona para las ocho de la tarde. Una vez el técnico logró poner de marcha de nuevo el tren, y tras otra pequeña parada a la altura de Toro, los viajeros llegaron a la estación de Zamora minutos antes de las once de la noche. En la terminal zamorana Renfe había habilitado una decena de autobuses por si los gallegos tuvieran que proseguir el viaje por carretera, aunque al final siguieron hacia el norte en el mismo Alvia.

Para ellos, sin embargo, no había acabado la odisea, ya que a la altura de Orense se vivió otro momento de incertidumbre, ya que a unos viajeros se les ofreció proseguir el autobús mientras que otros debieron esperar a otros trenes para llegar a sus respectivos destinos dentro de Galicia.

La avería afectó a otros trenes porque dejó la línea cortada. Por ejemplo el Alvia 4134 Ferrol Madrid fue suprimido el Medina del Campo y los viajeros trasladados en autobús y los del AV City Madrid Zamora llegaron con más de dos horas de retraso.