Mar Sancho regresa hoy al Museo Etnográfico de Castilla y León (20.15 horas) pero no en su faceta de directora general de Políticas Culturales de la Junta de Castilla y León, sino en su vertiente más artística, como reconocida poeta que presenta su último trabajo, titulado "Entre trenes", en un escenario museístico de sobra conocido por ella y que refleja su amor reconocido por los versos.

-¿Qué se encuentra el lector que tenga en sus manos su último libro de poemas?

-Se trata de un libro de poesía de viajes, así que no es un género muy habitual. El trabajo recoge un total de cinco grandes viajes en tren por diferentes lugares del mundo bastante variopintos: desde el recorrido que se realiza con el Transiberiano, hasta el que recorre la costa noroeste de Canadá, el tren de la India que sube hasta el Himalaya, el que asciende a los Andes en Argentina y, por último, el que recorre Alaska. Se trata de recorridos largos, donde habitualmente uno no se baja del tren en las estaciones, por lo que son muy propicios para la literatura, tanto para leer como para escribir.

-¿Es habitual que encuentre la inspiración en sus viajes?

-La verdad es que en este tipo de viajes en tren es fácil llevar una libreta e ir trazando versos con todo lo que se descubre en esos trayectos. Por una parte, está el paisaje exterior mirando por la ventanilla y, por otro, también está el del interior del propio tren, con todos los personajes que suben y bajan, imaginando sus vidas.

-¿También es una oportunidad de conocerse a uno mismo?

-A veces en la ventanilla de los trenes sucede algo muy peculiar: si el exterior está un poco más oscuro, nos vemos a nosotros mismos reflejados. A menudo viajamos para descubrir algo nuevo y diferente, pero también acabamos descubriendo algo que no sabíamos de nosotros mismos.

-¿Ha realizado estos cinco viajes en tren en realidad o son producto de su imaginación?

-Todos estos viajes son reales. Se trata de viajes físicos y, además, la mayor parte de los poemas del libro están escritos en el propio tren. Solo hay dos viajes que hice anteriormente a la idea del libro. En este caso, cuando comencé a recopilar los versos, escribí nuevos sobre esos dos viajes, pero de una manera más reposada. No es lo mismo ir en el propio vagón y anotar lo que sucede que luego reflexionar sobre el viaje y sacar la esencia para plasmarla luego en verso.

-¿Viajar sirve para abrir la mente y para inspirarse en nuevos proyectos?

-Viajar es necesario en esa vocación continua de aprender y captar historias. No hay mejor fuente de inspiración que observar las vidas en otros lugares, que son diferentes a priori, pero que luego te das cuenta de que no lo son tanto. Puede haber, por ejemplo, un colorido distinto en sitios como La India, pero el poso de las personas es bien parecido.

-En su currículo literario hay sitio para la novela, pero el mayor bagaje es en poesía. ¿Se tiene más cómoda expresándose en verso?

-Tanto como lectora como escritora me complace mucho más la poesía. Es cierto que tiene muchos menos adeptos, pero personalmente me resulta muy propicia y a través de ella puedo expresar sin ningún tipo de filtro aquello que siento o percibo en cada instante.

-En su haber atesora diferentes reconocimientos, como el Premio Letras Jóvenes de Castilla y León -en dos ocasiones-, el Premio Ateneo de Valladolid, el Premio Federico García Lorca de Poesía o el Premio Jaime Gil de Biedma. ¿Qué suponen estos galardones en su carrera literaria?

-El único reconocimiento para quien escribe es el de ser leído. Al final, la lectura para mí es fundamental y este gusto me lleva a escribir y poder contagiar esas experiencias, en este caso viajeras, a los que me leen.

-¿Es de los autores que piensa en sus lectores cuando se enfrenta a la página en blanco?

-Concretamente, en el caso de este libro se trata de un dibujo de lo que yo percibo y no va tanto dirigido a esa contemplación posterior como a trazar a plumilla lo que está sucediendo en ese paisaje. Es un retrato de personas y yo soy una mera transmisora, aunque con un filtro muy personal.

-¿Qué tipo de lector busca la poesía en estos tiempos que corren?

-Quiero creer que es variado y creciente, que puede haber un interés mayor que en otros momentos. Ahí también es fundamental que entre los lectores habituales de poesía vaya habiendo lectores jóvenes.

-Algunos de sus libros han sido traducido a otros idiomas, como el francés o el inglés. ¿Esto demuestra que la poesía es un género universal?

-Creo que es el género más universal de todos, aunque también sea el más difícil de traducir, por esa sonoridad que se pierde al trasladar los versos de un idioma a otro. Pero está claro que es el género que va más palpitante al sentimiento, así que, seguramente, sea el más universal y el más fácil de contagiar.