Final feliz para el caso de una familia zamorana que se había visto envuelta en un verdadero lío a cuenta de un simple error de una letra en la póliza de seguro de su coche. Una discrepancia que creían en principio fácil de solucionar pero que acabó en Hacienda con el papel para realizar el pago y sin posibilidad de librarse de la multa salvo que empezaran un litigio judicial.

En esas estaban cuando las gestiones de su corredor de seguros y de la compañía en la que tenían la póliza, Allianz, han permitido finalmente solucionar el problema y se han hecho cargo del abono de la multa, para alivio de Sonia Ramírez y su suegro, Amable Jiménez, a quienes se exigía una cantidad de dinero ciertamente importante para cualquier familia.

El caso, del que se hizo eco este diario el pasado mes de diciembre, se debió a un error en la letra de la matrícula a la hora de contratar el seguro del coche. El automóvil en cuestión tiene matrícula de Murcia, pero en la póliza aparece con la letra M, en lugar de MU, mientras el resto de la numeración y características del coche eran correctas. En ese momento, ni el tomador del seguro ni la compañía aseguradora se percataron del error, lo que acarreó unas desagradables consecuencias.

La historia comenzaba hace poco más de un año, cuando la Guardia Civil para al conductor de un vehículo y detecta que el coche que lleva no tiene seguro. El automóvil está a nombre de su mujer, Sonia Ramírez y el conductor insiste ante los agentes en que sí cuenta con el seguro en vigor, renovado con la compañía en el mes de septiembre anterior. Pero como a los guardias no les consta en su base de datos que el coche con esa matrícula tenga seguro alguno en vigor imponen la denuncia. La dueña del coche tiene la documentación pertinente que acredita que había contratado el seguro. Y fue mirando con detenimiento los papeles, cuando los afectados detectan el error, el de la famosa U.

Detectado el error Sonia y su suegro, Amable Jiménez, que es el padre del conductor sancionado, van a Tráfico, donde les piden una serie de papeles que ellos aseguran haber entregado. Entre ellos, el certificado de la compañía aseguradora constatando la existencia del error en una letra, la U, que es lo que ha dado pie a todo el embrollo.

Sin embargo, ni la presentación de los papeles ni una conversación en persona con el jefe provincial del Tráfico hacen a esta administración cambiar de parecer, y mantuvo la multa de 1.800 euros que los denunciados hubieran tenido que pagar religiosamente ante la Agencia Tributaria.

Finalmente, la compañía se ha hecho cargo de las consecuencias del error y ha librado del pago de la multa a la familia zamorana, que no tiene sino muestras de agradecimiento a la mencionada firma aseguradora y sus gestores en Zamora, por la feliz resolución del caso.