La creación de una Red Social para actuar contra los casos de soledad "mal gestionada", la redacción de una ley de blinde el nuevo modelo de atención residencial basado en el modelo "en mi casa", la lucha contra las nuevas adicciones "sin sustancias" o una norma que proteja a las personas con discapacidad, cada vez más longeva, cuando los padres ya no estén son algunos campos nuevos en el amplio espectro de los servicios sociales. Y en todos ellos está trabajando la política zamorana integrante del Gobierno regional, Isabel Blanco Llamas, que acaba de cumplir medio año en el cargo (hizo los seis meses el pasado viernes) con muchos proyectos entre manos.

-¿Qué destacaría del balance de sus primeros seis meses como consejera?

-Han sido seis meses muy intensos, de mucho trabajo, en los que hemos conseguido muchas cosas y el balance es positivo. De lo que más orgullosa me siento es del acuerdo marco, la colaboración entre la Junta, diputaciones y ayuntamientos de más de 20.000 habitantes para prestar los servicios sociales en el territorio. Con una duración de cuatro años, garantiza como mínimo lo que han tenido este año y a partir de ahí se negociarán con adendas los incrementos en función de las disponibilidades presupuestarias.

-¿Cómo afecta a la gente ese acuerdo marco?

-Da estabilidad en el empleo a más 1.200 trabajadores directos en los CEAS (centros de acción social) y beneficia a más de 180.000 dependientes, que necesitan ayuda a domicilio, teleasistencia, y además financia programas de violencia de género, de conciliación, de los "Crecemos" o la renta garantizada de ciudadanía y eso lo hemos blindado durante cuatro años. Por primera vez hay acuerdo marco antes de que expire el anterior.

-El modelo de atención residencial se está replanteando, ¿en qué sentido?

-Llevamos unos años trabajando en el modelo que llamamos "en mi casa". Por ley, los ingresados en una residencia son personas dependientes, de grado II y III, y en Castilla y León hemos ido más allá, y el grado I también puede entrar en estos centros. Se trata de que las personas se sientan como en su casa, facilitarles la vida, darles lo que ellos nos demandan y no en lo que creemos que ellos quieren. El modelo se basa en las unidades de convivencia que son, dentro de la residencia, módulos de 16 personas. La estructura es diferente, tienen las habitaciones más amplias, habitaciones adaptadas, los espacios comunes y lo más importante del modelo, aparte de la parte edificatoria, es la asistencial.

-¿Cómo funcionan las unidades de convivencia?

-En cada unidad de convivencia va a haber unos profesionales de referencia que van a ser siempre los mismos, es lo principal del modelo. Los ingresados van a tener una especie de tutores que conocen su proyecto de vida, sus necesidades y van a ser siempre los mismos, no los vamos a ir cambiando, como ocurre ahora mismo que todo el personal de la residencia atiende a todos los residentes; ahora van a tener unos profesionales de referencia. Es un modelo en el que vamos a seguir avanzando y para blindar ese modelo vamos a hacer la Ley de Atención Residencial, uno de los grandes proyectos de la legislatura para extender este modelo no solo en las residencias sino también a los centros de menores, de personas con discapacidad, a todo tipo de residencias. Incluiremos en esta ley el tema de la eliminación de las sujeciones, dar una vuelta a la regulación y las sanciones y demás es una ley de muy amplia que queremos que sea modelo en Castilla y León.

-¿Va a haber recursos para cambiar el modelo actual por el nuevo, que implica un montón de cambios desde personal a arquitectónicos?

-Se está haciendo ya. Hay un compromiso en el diálogo social de que las plazas de personas válidas en las residencias de la comunidad se tienen que transformar en plazas de personas no válidas, con lo cual en 2023 se habrán transformado un total de algo más de 200 plazas públicas que son las que tenemos de válidos. Las nuevas residencias que se construyan han de tener estos requisitos del modelo "en mi casa", tanto a nivel arquitectónico como de personal. Cuando transformamos plazas de personas válidas a no válidas no solo es la obra, sino que estamos incrementando el número del personal en estas residencias.

-¿Hay plazas residenciales de mayores suficientes en Castilla y León para todo el que la necesita?

-Sí. La media de España ronda el 4% de cobertura de plazas residenciales y nosotros debemos andar por encima del 8%. Somos de las comunidades que cumplimos con creces lo establecido, ya que superamos las 47.000 plazas residenciales en Castilla y León, entre públicas y privadas.

-Una sentencia anuló el decreto que regulaba a las residencias. ¿Qué van a hacer al respecto?

-La sentencia cuestionó la forma, no el fondo del decreto. Lo hemos pasado por todos los órganos que la sentencia decía que teníamos que pasar y entrará en vigor en breve. Ahora está en el Consejo Consultivo. A partir de este decreto, a partir del compromiso que tenemos de eliminar las sujeciones en las residencias, del compromiso de apostar por las personas mayores, de darle una vuelta a todo el sistema residencial, es de donde surge la elaboración de esa Ley de Atención Residencial.

-¿Cómo estamos en dependencia en Castilla y León?

-Somos el número 1 en España. Uno de los compromisos del Gobierno central es reducir las listas de espera al 75%. Castilla y León tiene una lista de espera del 1,5%. La Ley de Dependencia decía que el 50% lo tenía que pagar el Estado y el otro 50% las comunidades autónomas. Ahora mismo pagamos el 74% y el Gobierno central en torno al 26% . Lo primero que vamos a reivindicar es ese 50-50. Y lo segundo, que por reducir las listas de espera de otras comunidades no se penalice a Castilla y León, que lleva muchos años haciéndolo bien. Porque tenemos que seguir avanzando y cumplir los compromisos, como reducir los plazos para la generación del derecho a tres meses desde el 1 de enero, mejorar en la teleasistencia avanzada, en la simplificación burocrática. No es un dinero para la Junta que va directamente a las personas.

-¿Es partidaria de los cuidados profesionales o los familiares?

-Aquí se ha apostado siempre por los cuidados profesionales. Se le da a la persona la opción o la alternativa, pero se ha apostado por los cuidados profesionales. De hecho el modelo de atención que estamos pilotando en Ávila, "a gusto en mi casa", apuesta a que la persona que quiera se quede en su casa, pero con unos cuidados profesionales. El Intecum, para la fase final de la vida, apuesta por que la persona se quede en su casa, pero con unos cuidados totalmente profesionalizados, respetando por supuesto siempre a los cuidadores.

-Acaba de tener una reunión con el tercer sector para establecer la Red Social y abordar el problema de la soledad no deseada.

-La soledad es uno de los nuevos problemas que van surgiendo. Más que no deseada prefiero hablar de soledad mal gestionada. Estamos poniendo en marcha la Red Social esta semana hemos estado reunidos con el grupo de trabajo (federaciones de mayores, mujeres, Cruz Roja, Cermi, Plena Inclusión, todo el tercer sector) para detectar los casos de soledad. Se trata de ser capaces, a través de estas asociaciones, de detectar los casos de soledad que puede haber, sobre todo el mundo rural y saber cómo actuar. Hay que formar a los profesionales para que cuando detecten uno de estos casos sepan cómo actuar.

-¿La Red Social actuará únicamente en casos de soledad?

-Se van a elaborar cuatro protocolos sobre soledad, violencia de género, infancia y maltrato a personas mayores o con discapacidad e ir incorporando más agentes a esta Red Social. Hemos empezado a hablar con el presidente de las Cámaras de Comercio para que se puedan incorporar con los comercios de proximidad, las farmacias, las peluquerías, los bares. Debemos ser capaces entre toda la sociedad de detectar esos casos y poder actuar. Poner en marcha la Red Social es uno de los grandes objetivos de esta legislatura.

-¿Tiene novedades con respecto al Club de los 60?

-El Club de los 60 tiene más de 300.000 socios, vamos a seguir apostando por los viajes, por las actividades de envejecimiento activo, dándoles una vuelta y adaptándolas a lo que las propias asociaciones nos van demandando y a las necesidades de cada grupo de edad, porque no tiene las mismas necesidades una persona de 70 años que una de 90 y vamos a seguir apostando por programas como la Universidad de la Experiencia extendiéndolo sobre todo al medio rural.

-¿Qué está haciendo su consejería para apoyar a las familias?

-Hay un plan de apoyo a las familias, en el que intervienen diferentes consejerías. En estos seis meses hemos apostado por la conciliación o mejor dicho, tenemos que empezar a hablar de corresponsabilidad de hombres y mujeres. Hemos dado una ayuda directa (en breve se publicará la convocatoria) de hasta mil euros para que las familias de clase media o rentas más bajitas que no tienen deducciones fiscales, puedan beneficiarse para sufragar los gastos de guarderías y centros infantiles. Pretendemos llegar alrededor de cuatro mil familias. Es una línea nueva. El programa "Conciliamos" lo hemos extendido al mundo rural con flexibilidad, ya que con ocho niños es suficiente en los núcleos más pequeños en lugar de los 15 de las poblaciones mayores. El programa "Crecemos" se va a seguir ampliando y vamos a poner en marcha el programa piloto "Canguros" para poner en municipios muy pequeños una persona que ayude a las familias a conciliar, cuidando a dos, tres o cinco niños. Además hay desgravaciones fiscales de las que se benefician más de 60.000 contribuyentes con 40 millones de euros. Y estamos potenciando las deducciones de jornada, a las que vamos también a dar una vuelta para que puedan acogerse más familias.

-¿Tenemos suficientes plazas de guarderías y escuelas infantiles?

-Las escuelas infantiles de 0 a 3 años están ya en Educación. El tema de los centros rurales, guarderías y demás, hay plazas. y donde no llegue la oferta pública hay un sistema de ayudas para que las familias puedan llevar a sus niños a centros privados. Sobre todo para familias que habitan en el mundo rural.

-En materia de mujer y violencia de género ¿por dónde van las políticas?

-Es un tema que preocupa a nuestro Gobierno. Estamos detectando situaciones sobre todo entre los más jóvenes que creíamos erradicadas, comportamientos machistas, sexistas, y que se están volviendo a dar. Tenemos que hacer especial incidencia en la prevención, la sensibilización y formación de esos jóvenes porque la violencia de género es la gran lacra de nuestra sociedad. Es un problema de todos y toda la sociedad tenemos que luchar contra él. Se hace flaco favor a las víctimas usando la violencia de género como arma arrojadiza. Además las mujeres tienen que denunciar en el teléfono 016, porque si no se denuncia no se puede actuar. Violencia de género también es uno de los grupos de trabajo de la Red Social. Debemos ser capaces de transmitir el mensaje de tolerancia cero frente a la violencia de género.

-¿Y las políticas de igualdad?

-Vamos a seguir desarrollando la ley de igualdad y contra la brecha salarial. Y hay un programa, el STEM Talent para orientar a las jóvenes estudiantes a formación en ciencias, matemáticas y profesiones técnicas o las ingenierías. Yo soy ingeniera y en mi época había pocas mujeres estudiando la carrera, pero es que ahora hay menos aún. Hay un plan de igualdad en la Junta que se está desarrollando con diferentes programas que tratan por ejemplo de fomentarla dentro de las empresas.

-¿Y en drogas, cómo esta Castilla y León?

-Nos estamos encontrando con un nuevo fenómeno, el de la adicción sin sustancias: adicción a los móviles, al juego...Hay que avanzar en prevenir esas adicciones y establecer los protocolos de actuación en esos casos sobre los que vamos a seguir avanzando. Sin abandonar el resto de adicciones que ya existen, como el problema del alcohol entre las personas más jóvenes, que cada día se está viendo más.

-¿En discapacidad?

-Las personas con discapacidad cada vez viven más, los familiares más directos sobreenvejecen y se les crea la preocupación de qué va a pasar con mi hijo cuando yo no esté. Estamos elaborando la Ley de Atención de Garantía y Derechos de las Personas con Discapacidad a lo largo de la vida que trata de garantizar que cuando los tutores falten la persona con discapacidad va a estar atendida.