La promoción inmobiliaria que un empresario ha mostrado interés de levantar en el sector Río-Pallas, en la parcela de La Aldehuela donde se suelen instalar los "caballitos", tendrá un máximo de cinco alturas para reducir el impacto visual en un entorno medioambiental que, si bien no está protegido al no alcanzar ese valor en ninguno de sus parámetros, sí que es una zona de recreo y disfrute para los zamoranos. El estudio de detalle, publicado ayer en el Boletín Oficial de Castilla y León para dar validez al acuerdo de Pleno del Ayuntamiento de Zamora de noviembre, refleja la decisión tomada por el propio promotor. Pese a que existen documentos que permitirían edificar hasta ocho alturas, finalmente el proyecto tendrá solo esas cinco.

El expediente que se acaba de publicar supone la conclusión de los trámites previos necesarios antes siquiera de plantear una construcción en el entorno. El proyecto ha estado inmerso en la polémica desde que salió a la luz pública, aunque la realidad es que los pasos se han ido dando cumpliendo con la legalidad vigente a pesar de las alegaciones de diferentes plataformas, partidos políticos y asociaciones. Una de ellas, la relativa a la posibilidad de que las viviendas se ubicaran en zona de potencial inundabilidad, queda completamente descartada por los informes pertinentes. Tampoco pasó el corte la que exponía que se trataba de un entorno con valor medioambiental e incluso arqueológico, puesto que ningún documento tuvieron los técnicos en sus manos que afirmara tal cuestión.

Así las cosas y tras varios meses, el estudio de detalle ha quedado definitivamente aprobado. En este documento, muy técnico, destaca un apartado referente a modificaciones en la ordenación que es donde aparece la limitación de alturas. Según se expone, ha existido una "apuesta y decisión de reducir de forma importante la altura máxima de las futuras edificaciones" que se puedan desarrollar en el sector. "Esta decisión resulta casi obligada y puede entenderse como una necesidad de interés general puesto que, desde el punto de vista de la protección de este entorno ribereño del Duero, es esencial minimizar el impacto visual negativo que pudieran ocasionar las futuras edificaciones permitidas", dicta el documento. Por este motivo, se propone establecer la altura máxima de la edificación en cinco plantas. "Lo que provocará comprimir aún más la reducida superficie parcelable", destaca el documento.

Cabe destacar que, según convenios sobre este sector que datan desde el año 1999, el promotor podría edificar en la zona un máximo de ocho alturas. No obstante, desde los Servicios Jurídicos de Urbanismo del Ayuntamiento de Zamora, de manera verbal, se informó de la existencia de otro informe firmado por la Junta de Castilla y León donde se establece que no se podría alcanzar esa altura, aunque tampoco se concretaba cuál debería ser el número máximo. Finalmente, la determinación ha sido que no supere las cinco plantas en virtud de esa reducción de impacto visual.