Finalizará este verano una aventura académica que comenzó "de forma imprevista". La zamorana Irene Vicente Martín, graduada en Historia por la Universidad de Salamanca. "Encontré de forma un tanto casual esta ayuda para la formación predoctoral y cumplía con todos los requisitos. Además, mi proyecto de tesis podía ajustarse muy bien con los objetivos del centro, así que la solicité y fui admitida", recuerda.

Además de tener un grado o licenciatura relacionado con las áreas que se desarrollan en este centro italiano -Historia, Economía, Derecho o Ciencias Políticas-, un máster que habilite para realizar estudios de doctorado y un nivel C1 en inglés, los requisitos son similares a cualquier ayuda de ámbito estatal, autonómico o universitario. La pasada semana se abrió el plazo para la convocatoria de este año, que finaliza el 31 de enero y cuyas bases se pueden consultar en www.ciencia.gob.es.

La tesis sobre la que está trabajando esta zamorana y que defenderá seguramente este año se centra en un estudio pormenorizado de la que fuera la capital de Brasil colonial, Salvador de Bahía, "desde el punto de vista de los individuos que desempeñaron algún cargo político en ella entre 1580 y 1640. Durante este periodo, Portugal y Brasil formaban parte de la monarquía hispánica, es decir, tenían un rey español, por lo que el interés de mi estudio radica en comprender si esta colonia portuguesa fue gobernada, o no, en consonancia con el resto de territorios españoles en América", explica. La razón de centrarse en quienes ocuparon cargos políticos "contribuye enormemente a romper la visión europeísta que siempre se tiene de la época de los imperios coloniales", añade. El proyecto le está ayudando a descubrir que la mayoría de las decisiones hacia Brasil no se tomaban en Lisboa o Madrid, "sino que eran los intereses personales de los colonos los que dirigieron en buena medida la política colonial. Eso sí, siempre encuadrados dentro de los esquemas legales e institucionales propios de una monarquía del Antiguo Régimen", especifica.

La duración del contrato predoctoral es de cuatro años, por lo que la zamorana ya está en sus últimos meses de beca, que pasará principalmente en Florencia. "El ambiente de trabajo en el instituto es muy adecuado. En cursos anteriores he realizado estancias en Lisboa, Brasil y Holanda, buscando datos y documentación original relacionada con mi investigación. También he acudido a jornadas científicas y congresos, pero este año toca organizar todo el trabajo anterior y darle forma definitiva", reconoce.

Ubicado entre una antigua abadía y varias villas a las afueras de la ciudad, el Instituto Universitario Europeo de Florencia es un centro educativo de investigación y documentación especializado en estudios de posgrado, divididos en departamentos como Ciencias Políticas y Sociales, Economía, Historia y Civilización y Derecho. Su objetivo principal consiste en proporcionar formación superior desde una perspectiva europea. "Comenzó a funcionar en 1976 y engloba a todos los países miembros de la Unión Europea, de donde procedemos la mayoría de los estudiantes, aunque estos últimos cursos están llegando estudiantes de Brasil, Estados Unidos, Australia o Nueva Zelanda", enumera.

Sobre su día a día, la zamorana califica Florencia de ciudad tranquila pero "aunque es más grande que Salamanca, donde he vivido, o Zamora, donde nací, o encuentro muchas diferencias. Me encuentro muy cómoda y a gusto aquí, Tiene un ambiente muy juvenil, muy animado durante toda la semana y más los fines de semana. Pero también es una ciudad que ofrece mucha cultura, tiene muchos museos y cines y está muy bien conectada con Roma, Milán, Bolonia o Pisa. Está en la región de la Toscana y hay pueblos muy bonitos para visitar", aseguró.

Sus planes una vez terminada la tesis pasan por "volver a Salamanca, ya que la defensa final puede retrasarse algunos meses por cuestiones burocráticas. Y a partir de ahí, comenzaré una buena etapa, bien en el ámbito docente o con alguna nueva investigación postdoctoral", valora. Lo que está claro es que su futuro está en el mundo académico. "Tampoco descarto otros ámbitos laborales en ámbitos museísticos o como docente en Educación Secundaria. Lo que me preocupa y desearía desde cualquier trabajo es trasladar un mayor conocimiento de la Historia. Creo que a esta ciencia le falta una mayor labor divulgativa, una mayor conexión entre los avances que se producen. Y los hay, en los departamentos de Historia de las universidades y la sociedad, desde sus dirigentes al ciudadano de a pie", finaliza.