Zamora cuenta con 232 municipios por debajo de la frontera de los mil habitantes. Son muchos, el 93% del total de los ayuntamientos con los que cuenta la provincia de Zamora. De hecho, pocas provincias existen en España en las que haya mayor porcentaje de pueblos pequeños, ayuntamientos que en muchos casos se dividen en varios núcleos de población en los que residen poco más de un puñado de vecinos.

Son solo 16 municipios los que en Zamora cuentan con más de un millar de habitantes, según los datos del padrón que a finales del año pasado publicó el Instituto Nacional de Estadística. Por orden, de mayor a menor, son Galende (1.004 habitantes), Bermillo de Sayago (1.015), Coreses (1.047), Santa Cristina de la Polvorosa (1.069), Alcañices (1.076), Fermoselle (1.206), Puebla de Sanabria (1.373), San Cristóbal de Entreviñas (1.385), Fuentesaúco (1.475), Villalpando (1.475, también), Moraleja del Vino (1.721), Villaralbo (1.821), Morales del Vino (2.947), Toro (8.713), Benavente (17.935) y Zamora (61.406).

E En el límite. Los mil habitantes es el baremo que se ha fijado la Federación Española de Municipios y Provincias para marcar el límite del "riesgo de extinción" para los pueblos. Lo hizo en el informe sobre despoblación elaborado en el año 2017 y el criterio se mantiene a día de hoy. La FEMP consideran que por debajo de ese límite es muy complicado que, en la tesitura actual, un municipio vuelva a coger impulso. Cuando se baja de los mil habitantes es generalmente porque las generaciones más jóvenes se han ido a buscar la vida a otros territorios, ya sea a las ciudades más importantes del entorno cercano o a las grandes capitales españolas. En los pueblos de menos de mil habitantes, como norma general, se registra un alto grado de envejecimiento de la población, lo que solo puede cristalizar en que, con el paso de los años y el fallecimiento de estos vecinos ya entrados en año, la localidad vaya cada vez a menos hasta su definitiva desaparición en un plazo más o menos largo.

E Desequilibrio. En los últimos años se ha agravado el desequilibrio demográfico-territorial en España, también en las provincias pequeñas. Cada vez son más los municipios que pierden población y que subsisten con menos de mil habitantes. Sin embargo, su peso poblacional en el conjunto del mapa español es progresivamente menor. En estos momentos, más del sesenta por ciento de los municipios españoles concentran, entre todos ellos, a tan solo el 3,15% de los habitantes del país. Con datos de hace dos años, de los 8.125 municipios que España tiene en total, 4.995 tienen censos que no pasan de los mil empadronados. Y, entre todos estos municipios de menos de mil habitantes, suman apenas millón y medio de vecinos. La desproporción es demoledora en las localidades que no pasan de cien empadronados. En España hay actualmente 1.286 municipios en esta situación. Suponen, por tanto, el 16% del total de municipios que hay en España. Sin embargo, entre esas 1.286 localidades suman únicamente 74.943 vecinos. Es decir, tan solo el 0,16% de toda la población española. Además, se trata de localidades con censos demográficos altamente envejecidos.

E El caso de la provincia de Zamora. En el caso de Zamora, la desproporción entre los municipios más poblados y los que tienen menos vecinos es evidente. Según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística, los 232 municipios de la provincia que tienen menos de mil habitantes suman, en total, 65.871 vecinos. Es decir, entre 232 municipios concentran una población que es, por muy poco, superior a la de la capital zamorana, cifrada en poco más de 61.400 personas a fecha de uno de julio del año pasado. Los 16 ayuntamientos que tienen más de esos mil habitantes concentran a 106.668 zamoranos, casi el doble que en los más de doscientos municipios más pequeños. Una desproporción evidente que muestra las dificultades para la prestación de servicios públicos en muchas zonas de la provincia.

E Una brecha que va a más. La brecha demográfica entre el medio rural y el urbano no deja de agrandarse. La pérdida de población en los últimos años se concentra en los municipios de menor tamaño, mientras que las urbes más pobladas han aguantado mejor el retroceso demográfico. El resultado ha sido que se ha agravado el desequilibrio territorial: más peso demográfico de las grandes ciudades en detrimento del medio rural. En estos momentos, el 12,6% de la población española se concentra en el 1,76% de municipios: las 143 ciudades de más de 50.000 habitantes concentran un total de 5.854.053 empadronados. Sin embargo, entre los 4.955 municipios españoles de menos de mil habitantes no llegan a sumar un millón y medio de vecinos. España tiene actualmente 143 municipios de más de 50.000 habitantes; 259 de entre 20.001 y 50.000 habitantes; 347 de entre 10.001 y 20.000; 551 de entre 5.001 y 10.000; y 1.870 de entre 1.001 y 5.000 habitantes. El resto, 4.955 municipios, tienen menos de mil empadronados. Los datos que se publican periódicamente nunca dejan lugar a dudas. Madrid y las provincias del litoral ganan población. El noroeste pierde, y lo hace a un ritmo cada vez más acelerado. Una evolución a dos velocidades que se traduce en que media España se vacía.

E 29 municipios están por debajo del centenar de habitantes. En Zamora, como en el resto de España, lo peor se lo llevan los municipios más pequeños. En la provincia hay 29 localidades que ni siquiera llegan al centenar de habitantes, más del diez por ciento del total. Entre todas suman 2.045 vecinos, una cifra de población similar a la de Villaralbo. Quintanilla del Olmo, que solo tiene censados a 32 vecinos, es el núcleo urbano que menor peso tiene dentro de la provincia de Zamora. La lista continúa con Pobladura de Valderaduey, Matilla la Seca, Villar de Fallaves y Fuentesecas, todos ellos por debajo del medio centenar de vecinos censados, una cifra que se antoja inalcanzable en invierno, cuando el trasiego en las calles es nulo. 204 localidades, la mayoría de las existentes en la provincia, están por debajo del medio millar de vecinos. Entre todas ellas, de nuevo según los últimos datos disponibles en la base estadística del INE, suman algo más de 46.000 habitantes, bastantes menos de los que hay en la capital zamorana.

E La importancia de la economía. Hay una relación directa entre mercado laboral y despoblación, asegura la FEMP. Pese a la recuperación económica y al aumento en la masa total de afiliados a la Seguridad Social en España, hay provincias en las que los incrementos netos de empleo son realmente mínimos. Lo anterior es sintomático de lo que ocurre en los pequeños municipios, en los que la falta de oportunidades laborales conduce a una espiral de pérdida de habitantes progresiva. De ahí la importancia de arbitrar medidas de fomento del empleo en las áreas rurales, algo que ha prometido el nuevo Gobierno.