Pocos edificios se libran de las pintadas en Zamora. Iglesias, tramos de la muralla o inmuebles particulares. Todo tipo de construcciones han sido atacados por los vándalos, que no han dudado llenar de grafitis y pintadas sus fachadas en una especie de plaga que parece no tener fin. Ahora el turno ha sido para el Teatro Principal, que por ahora se había librado de estos actos de vandalismo, aunque ya contaba con alguna que otra firma en el lateral de su fachada desde hace tiempo. Hace unos días, sin embargo, la fachada trasera ha sido víctima de los grafiteros, que no han dudado en estampar su firma. Grafitis que atentan de nuevo contra el patrimonio artístico de la ciudad, un edificio emblemático de la ciudad, declarado Bien de Interés Cultural.