"Fierro", en homenaje a las tradiciones ancestrales del noroeste de la provincia, es el nombre con el que músico Luis Antonio Pedraza ha bautizado su nuevo trabajo discográfico, presentado anoche en un emocionante concierto al que asistieron unas 600 personas que dejaron pequeño el Teatro Ramos Carrión.

Una voz en off adentró al público en un apasionante viaje musical. Con la recreación de una fragua, presente en una imagen de fondo, y la participación de Emilio Formariz, herrero de Villadepera que golpeó el metal, arrancó el espectáculo. El toque de un cuerno convocó al Zangarrón de Sanzoles y a los Carochos de Riofrío, mascaradas declaradas Fiesta de Interés Turístico Regional, que accedieron por los pasillos con sus tradicionales sonidos hasta situarse en el escenario al que, en ese momento, salió el instrumentista Pedraza, caracterizado de herrero, para comenzar a tocar, junto a varios de sus compañeros, el tema icónico del disco, "Winter Mask".

Ya en la segunda canción "Era de latón", que contó con la participación de Luis Delgado, los asistentes, entre los que se encontraban la consejera de Familia, Isabel Blanco; el presidente de la Diputación, Francisco José Requejo o el subdelegado del Gobierno, Ángel Blanco, entonaron el estribillo invitados por el músico.

En la puesta de largo del disco, apoyado por LA OPINIÓN-EL CORREO DE ZAMORA, participaron Vanesa Muela en "Romance del pastor", y también intervinieron Antonio de Huelva en el tema "Las del velo blanco" o Garikoitz Mendizábal, que junto a Aitor Furundarena, dio vida a "Trípticus", un "viaje espiritual" en el que varios zamoranos vestidos con capas de Aliste subieron al escenario para recrear la Semana Santa de la provincia y sus tradiciones más valiosas. En la parte final del concierto, diez parejas del grupo Doña Urraca subieron al escenario con uno de los más brillantes del disco, "Lagos", que también tributa un reconocimiento a los parajes naturales provinciales, como el Lago de Sanabria.

El espectáculo, en el que también actuaron el dulzainero David Huerta o la clarinetista zamorana Rebeca Temprado, demostró el tesón y mimo con el que Luis Antonio Pedraza ha gestado el disco y su puesta de largo.