La suerte, siempre esquiva con la provincia de Zamora, quiso dejar un pequeño regalo de Reyes en la jornada de ayer en forma de segundo premio del sorteo del Niño.sorteo del Niño El bar Oasis fue el encargado de sellarlo y por eso allí se celebró por todo lo alto. Aunque aún existen incógnitas. ¿Quién o quiénes se lo llevaron? ¿Cuánto jugaron a ese 21.816 que ya ha pasado a la historia? ¿De dónde es el o los agraciados? Nada se sabe. Y va a ser prácticamente imposible conocerlo, salvo que alguien del barrio diga "esta boca es mía". En cualquier caso, el barrio de Los Bloques se vistió de fiesta y festejó algo que ocurre pocas veces en la vida. Esta vez sí, la diosa fortuna le hizo un guiño a un territorio necesitado de alegrías.

Pasaban escasos minutos de las doce del mediodía de este reciente lunes cuando todas las miradas se trasladaron hasta la calle Churruca 58. Allí, según Loterías y Apuestas del Estado, había caído el segundo premio y por eso vecinos del entorno quisieron desplazarse hasta esa dirección, correspondiente con el bar Oasis, para compartir la alegría con los agraciados. Sin embargo, al llegar, recibía en el local un cartel de "cerrado por vacaciones", lo que hizo contener la algarabía otros pocos minutos más hasta que llegaron las empleadas ya ataviadas con sus camisetas de "Segundo premio, vendido aquí".

"Es imposible saber a quién le hemos podido vender el décimo o los décimos, porque aún no sabemos cuánto es", reconocían Raquel Herrero y Sandra Martín, dos de las camareras que, a buen recaudo, han sido quienes han llevado la suerte a la capital del Duero. La única certeza, hasta este momento, es que este bar ha repartido la suerte a alguno de sus clientes. Un local en el que "se juega mucho", como señalaban las camareras. "Los sábados y los domingos somos el único sitio de todo el barrio que está abierto, por lo que nuestra clientela es muy amplia y además estamos en un barrio de jugadores", añadían abrazando una copa de cava para celebrar tan magno acontecimiento.

La cercanía del restaurante Oasis con el Hospital Provincial de Zamora ha hecho aún más complicado saber por dónde pueden ir los tiros de los agraciados. "Mucha gente que visita a sus enfermos en el hospital viene aquí a comer y compra, así que podemos estar hablando de cualquier persona de cualquier sitio", explicaban Herrero y Martín. A todo ello, hay que añadir la posibilidad de que visitantes hospedados en el hostal se hayan podido llevar el premio.

Sea como fuere, este fue el gran alegrón que vivió Zamora en el sorteo de El Niño. Compartido, como siempre, con numerosas pedreas y terminaciones para recuperar algo de lo invertido.