El pintor Juan Carlos Matilla regresa a la única galería de arte de la ciudad Espacio 36-Ángel Almeida con una propuesta pictórica titulada "Campos de agua. Tierra de Campos" que puede descubrirse hasta este miércoles, día 8 de enero.

-En la exposición que tiene estos días en la ciudad innova con respeto a sus últimas muestras pues presenta nuevas técnicas y diversos formatos.

-He regresado al carboncillo una técnica que no trabajaba desde los años de la facultad. Tenía una especie de aversión y ahora me he reconciliado. Es una nueva técnica, pero siempre en mi línea. He estado haciendo más cosas en monocromo con la tinta que utilizaban los medievales. Ese monocromismo de alguna manera me ha llevado al dibujo tal cual, que trabajo menos pues tiendo más a hacer apuntes de acuarela. El resultado es muy satisfactorio. Además, he optado por pintar en un formato más pequeño. Yo me muevo en dos tamaños, uno un poco de bolsillo, como lo llamo yo, que son apuntes rápidos en acuarela que hago cuando el tiempo no es mucho. Son apuntes muy frescos. Además, estos cuadros más pequeños conviven con los cuadros grandes, donde más cómodo me encuentro.

-¿Por qué esa identificación?

-Son de un metro por un metro y un poco más grades. Son los cuadros que más me definen o con los que yo más me siento identificado por la comodidad. Si no empleo más grandes es porque resulta poco práctico y menos manejable. El gesto que puedes hacer en un tamaño grande es diferente, ni mejor ni peor, pero me encuentro más identificado con esa expresión.

-¿Qué le hace volver una vez más al paisaje castellano acuático?

-Realmente es un tema infinito. Es una mina inagotable y yo nunca he visto el fondo del pozo (risas). Cada imagen me supone un nuevo reto y un nuevo descubrimiento y el primer sorprendido con el trabajo de cada obra soy yo mismo.

-¿Por qué?

-Porque siempre hay unos recursos nuevos y el proceso es muy reconfortante. Cuando estás trabajando y los muestras, transmites y funciona ese lenguaje con los demás.

-¿Para que se produzca ese certero diálogo con el espectador el pintor tiene que amar el objeto de su pintura?

-Sin duda. Si no fuera así no los haría. La base de mi pintura es la búsqueda de lugares que, de alguna manera, tengan una poética. Muchas veces un detalle que sorprenda, una cosa irrelevante o sencilla o poco espectacular, como una rama caída que en principio de la que extraigo la belleza que tiene.

-Los espacios de ribera que plasma en sus cuadros ¿de dónde proceden?

-Muchos de los paisajes que pinto no tienen un referente físico real. Yo los denomino "paisajes Frankenstein" porque son mezclas de varios lugares. Tomo un arbusto de un lugar y lo coloco en otro espacio o cambio un fondo o suprimo cosas... es la libertad que puede tener un pintor a la hora de interpretar.

-¿Utiliza fotografías para pintar?

-Lo hago, pero a modo de documentación. De tal forma que si quiero pintar un chopo utilizo algunas de las muchas fotografías que tengo de chopos. Lo que pinto finalmente no es ninguno de los chopos que he fotografiado. Es un simple modo de referencia.

-Pinta una Castilla que no pasa por uno de sus mejores momentos.

-Las últimas inundaciones que ha habido reflejan la fuerza del agua en el secarral de Castilla. De ahí el título de "Campos de agua. Tierra de Campos", ya que es la paradoja. En el paisaje seco de Castilla los reductos de agua, como el Canal de Castilla, la laguna de Villafáfila o la Nava, en Palencia donde resido, son oasis donde hay otro tipo de vida y una naturaleza que malvive por la deforestación tan salvaje que se ha producido en nuestro campo.

-En estos momentos también expone en Oporto. Háblenos de esa otra muestra.

-Se trata de una colectiva en las que participo con Cris Villegas, Ángel Cantero y con el escultor Luis Alonso. Es una galería situada en el centro de la ciudad y surge porque Cris Villegas está muy en contacto con esta galería y nos lo propuso a varios artistas. Presento obra más antigua, de unas pequeñas hojas modulares y varios paisajes.

-¿Qué planes tiene para el año recién estrenado?

-Seguramente exponga en una galería en la ciudad de Barcelona. Todavía no tengo fecha cerrada, pero es una puerta que está abierta. También hay proyectos abiertos en Torrelavega. No quiero embarcarme en proyectos que me obliguen a pintar con prisas. Cuando tengo varias obras a la vez me gusta dejar uno y coger otro y que los cuadros reposen.