La delegada territorial de la Junta, Clara San Damián, defiende la inversión autonómica en Zamora como la mejor forma de demostrar el compromiso con la provincia, plasmado tanto en inversión pública como en proyectos de desarrollo industrial. Admite no tener la varita mágica para acabar con el problema de la despoblación pero, dice, no es por falta de compromiso político para ello.

- Uno de los asuntos que más debate político y social produce es el de la sanidad, en concreto la falta de médicos. ¿Cree que el nuevo plan para Atención Primaria que pilotará Aliste tiene consenso suficiente?

-La sanidad genera mucha polémica sí, pero mucha proviene de algunas personas y algunos partidos políticos que, en mi opinión, están haciendo mucha demagogia. El nuevo contexto social requiere hacer adaptaciones y, sobre todo. maximizar los recursos que tenemos con un único objetiva: garantizar la prestación adecuada de un servicio básico al ciudadano. La Consejería de Sanidad quiere afrontar con valentía un cambio de modelo cuyo único objetivo es garantizar una prestación digna y adecuada del servicio. Criticarlo incluso antes de saber qué se va a hacer o antes de que se ponga en marcha y conocer su funcionamiento me parece una provocación que genera alarma social innecesaria. En este momento la Junta está perfilándolo todavía. Cuando se ponga en marcha se analizará su funcionamiento e incluso como se puede mejorar, pero demos la oportunidad a la Consejería de demostrar que lo que se va a hacer es bueno para los zamoranos.

-Pero hay quien dice que será incluso perjudicial.

-¿A quién se le ocurre pensar que se cambia para empeorar el servicio? Cualquier cambio desde el ámbito político siempre es para mejorar las cosas en el servicio sanitario que, por cierto, es el mejor valorado los zamoranos. Se está dando voz y participación en la toma de esta decisión a todos los implicados; de hecho la consejera ha recibido ya a alcaldes, a la plataforma, se ha sentado con los colectivos sanitarios, con los sindicatos, yo creo que se está haciendo de la mejor forma posible, pero tenemos a otros que están intentando poner chinitas en el camino y activar una crítica social que no nos favorece en absoluto.

-El hospital está bien valorado, pero presenta serios problemas de falta de profesionales en algunos servicios. ¿Cómo lo van a solucionar?

-Nos faltan especialistas en determinadas áreas y eso hace que las listas de espera sean en algunas ocasiones alarmantes para quienes las sufren, sobre todo en servicios como Traumatología. Pero no tenemos especialistas, no encontramos para cubrir esas plazas vacantes. Me consta que la Consejería de Sanidad está haciendo todo lo que puede para cubrir las plazas que necesitamos. En este sentido lo primero que hay que hacer es pedir disculpas a los zamoranos que sufren esas listas de espera tan largas, pero también paciencia y confianza en que la Administración está haciendo todo lo posible para resolver el problema.

-Purines y macrogranjas es otro de los asuntos polémicos. ¿Con resoluciones como la anulación de la ordenanza de Tábara la Junta se ha decantado a favor de las macrogranjas?

-No es esa la reflexión final. La Junta lo que ha hecho es revisar unos expedientes que parece ser que no cumplían, de fondo, la normativa autonómica, fundamentalmente porque el Ayuntamiento de Tábara se entrometía en las competencias autonómicas. Ahora está la pelota en el tejado municipal, a quien corresponde recurrir o no esa decisión. Todavía no hay una resolución definitiva en esta controversia, y existen también otros expedientes abiertos a más ayuntamientos que veremos a ver hacia dónde evolucionan, aunque no parecen exactamente iguales y habrá que valorar cada uno como corresponda.

-¿Hay un punto de equilibrio entre las dos posturas?

-Habrá que aprender a convivir con iniciativas que vayan surgiendo y que seguramente a unos les guste más y otros menos. Respetamos la oposición que se evidencia a través de unas plataformas que luchan contra este tipo de explotaciones a las que se llama macrogranjas pero lo cierto es que si alguien cumple con las normas para implantarse en un municipio, habrá que dejarle, nos guste o no, de la misma manera que si se incumplen las normas habrá que paralizar el expediente. También puede ser discutible si realmente estas explotaciones se las puede calificar de macrogranjas.

-Otro equilibrio delicado es la convivencia con el lobo y la fauna salvaje en general.

-El patrimonio natural de Zamora tiene un valor incalculable, eso incluye a su fauna que debe protegerse pero buscando un punto de equilibrio con otros agentes del mundo rural. El lobo es un atractivo turístico para la provincia, pero su presencia hay que conciliarla con la vida de nuestros agricultores y ganaderos que sufren sus ataques.

-Y provoca accidentes de tráfico.

-Sí. Y en la Junta hay muchos funcionarios trabajando para esto, dedicamos recursos y esfuerzo a este asunto, si bien una parte importante de los accidentes con fauna tienen lugar en carreteras de ámbito estatal. Pero la Administración actúa, las lobadas significan expedientes y trabajo que se traducen en indemnizaciones para los ganaderos afectados. Hace unos días tuve el caso de las últimas ovejas muertas en Fresnadillo. Eso supone abrir un expediente, indemnizar a este señor urgentemente, porque lógicamente se ha causado un daño a su patrimonio, agentes medioambientales en el lugar, hay un doble trabajo hacia la conservación en la búsqueda de ese equilibrio entre fauna y agricultores y ganaderos.

-Hay un Plan de Industrialización de Benavente, pero el PSOE presentó otro de dinamización económica de la provincia que ha sido rechazado en las Cortes. ¿Está haciendo suficiente la Junta por el desarrollo económico de estas zonas deprimidas de la región?

-El compromiso de la Junta con Benavente es evidente y lo ha puesto de manifiesto con esos tres millones y medio de euros que ya ha aportado para un proyecto que ya está dando sus frutos. Tanto la industria maderera Losan, que ya está funcionando prácticamente al cien por cien tras una inversión de 35 millones y la creación de 70 puestos de trabajo, como la de aluminio, Asludium son ya casi dos productos de la apuesta por ese plan de reindustrialización de ese polígono. Es un claro ejemplo de que la coordinación de las administraciones, en este caso la Diputación, el Ayuntamiento de Benavente y la Junta de Castilla y León va a dar muy buenos resultados. ¿Que el Ayuntamiento pide más implicación económica de la Junta? Es una decisión a futuro tal y como dijo la directora general. En función de cómo evolucione el proyecto en sí, también desde el punto de vista urbanístico. Pero el compromiso ya hoy es clarísimo y está dando sus frutos.

-¿No se podría hacer algo así para toda la provincia?

-Hay datos que indican repunte de otras actividades. Por ejemplo, en 2018 no se presentó ninguna solicitud para dar de alta plantas fotovoltaicas, y en este 2019 se han presentado 30.

-¿Estamos ante un nuevo boom de los huertos solares?

-Se está apostando nuevamente por este tipo de energías y Zamora parece que es un territorio atractivo. La implicación de la Junta es máxima, porque generan economía en los pueblos, en lugares muy dispersos de la provincia. El siguiente proyecto está pensado en la zona de Sayago y va a ser también de mucha envergadura. Otra de las industrias que está activándose es la maderera. Tenemos una riqueza brutal en la provincia, en estos meses hemos adjudicado 60 lotes, 160.000 toneladas que han supuesto 4,5 millones de euros.

-¿Y la iniciativa pública?

-Este año ha sido muy bueno en inversiones en las políticas de empleo activas que lleva a cabo la Junta. Estamos hablando de 5,7 millones de euros invertidos en casi 700 puestos de trabajo en los pueblos de la provincia para parados pagados por la Junta pero que prestan sus servicios como operarios municipales. Posiblemente nos quede mucho por hacer y por invertir, pero la Junta de Castilla y León invierte y está apostando por Zamora.

-Pero no logramos acabar con la despoblación, sino todo lo contrario.

-En materia de despoblación no hay una fórmula mágica, todos lo sabemos, ni aquí ni en ninguna parte de España donde se sufre este problema es fácil la solución. Pero está claro que las administraciones públicas tenemos que apostar por algunos territorios y en este caso Zamora es de los que van a estar entre las prioridades. Lo anunció el consejero de Fomento aquí, en Zamora: 130 millones de euros para invertir en uno de los problemas claves y más acuciantes como es la conexión a Internet, porque está claro que sin eso es imposible que convenzamos a ningún joven para que se implante en el medio rural. 130 millones para las zonas blancas de Zamora me parece una apuesta importante y sobre todo la muestra de que hay voluntad por parte de la Junta de favorecer a territorios como Zamora que tanto lo necesitan.

-¿Cómo va el proyecto del nuevo Museo de Semana Santa?

-El Museo de Semana Santa va a ser otra de las apuestas de la Junta. En estos dos próximos años confluyen inversiones importantísimas: el centro de salud Parada del Molino, tres millones de euros; el Conservatorio de Música, 13; el Centro de Adultos, un millón de euros; el Centro Cívico, cuatro millones de euros; la carretera de Porto que terminará ahora a primeros de año, dos millones y medio; el Centro de Autismo, un millón de euros, más lo que va a ir en depuradoras y escombreras, para las que va a haber una cantidad importantísima, y el Museo de Semana Santa que en breve anunciará la Junta su aportación. La Junta va a apostar por el Museo de Semana Santa y será una de las inversiones importantes. Si suma todas esas cantidades, sale una cifra importante. ¡Y que luego tengas que oír a algunos políticos de que la Junta no se acuerda de Zamora o que no ha invertido ni un euro!

-¿Se cumplen los plazos en el Parada del Molino?

-El proyecto del centro de salud está licitado y adjudicado, pero no ha empezado por un problema de un cable que tiene que ser retirado por la compañía eléctrica para iniciar la obra.