1.593 hectómetros cúbicos. Esa es la cantidad de agua que acumulan los pantanos y embalses de la provincia de Zamora, según los datos del Ministerio de Agricultura actualizados a fin de año. Se trata de una de las cantidades de agua más altas de la década, situación a la que se llega después de un otoño de repetidas precipitaciones y de varios temporales registrados a lo largo del mes de diciembre. La situación de las reservas de agua a mediados del mes pasado era buena, mejor que la media de la última década, pero no se trataba de una situación demasiado destacable. Sin embargo, en las dos últimas semanas del año la cantidad de agua acumulada se ha disparado hasta niveles no conocidos desde hace bastantes años.

Según los datos del ministerio, los pantanos están a más del noventa por ciento de su capacidad. Para poner el dato en contexto sirva apuntar que la misma semana del año pasado los embalses estaban a poco más del cincuenta por ciento de su capacidad. La media de los últimos diez años es incluso inferior: un 46,84% según los datos de la Confederación Hidrográfica del Duero. Llamativo es el estado del embalse de Ricobayo. La reserva de agua más importante de la provincia cuenta con un total de 1.093 hectómetros cúbicos de agua cuando tiene capacidad para 1.145. Es más del noventa por ciento. Por lo demás, el estado de los pantanos de la provincia es en general muy bueno para la primera semana del año. Todos los embalses están prácticamente llenos.

A nivel general, los embalses de la cuenca gestionados por la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) han finalizado 2019 con unas reservas al 80,3% de su capacidad total y un volumen embalsado de 2.309,2 hectómetros cúbicos, el máximo histórico a esta fecha. Unos datos que suponen un 64% más que la media de la última década y un 30% por encima del valor del año anterior, lo que confirma las buenas expectativas de cara a 2020. Con los valores actuales, la campaña de riego estaría garantizada en todos los sistemas, siempre pendientes de la evolución de la zona Adaja, que ha superado ya los registros de la media de los diez años anteriores, lo que confirma unas perspectivas favorables.

La práctica totalidad de los sistemas están en estos momentos por encima del 70%-80% de su capacidad total, con valores cercanos al 90% en el caso de los embalses de León (86,5%) y sistema Carrión (83,6), según el último informe del organismo de cuenca. Durante los últimos días se ha procedido a realizar desembalses controlados para recuperar los resguardos, apuntan desde la Confederación Hidrográfica.