La Navidad también es una época muy especial al otro lado del Atlántico. Antonio Renilla, natural de Manzanal de los Infantes, lleva años viviendo en The Woodlands, al norte de Houston. "Donde residimos hay muchas iglesias, dos católicas y más aún de distintas ramas protestantes", indica. De hecho, en estas fechas las parroquias "compiten por atraer a la gente, añadiendo adornos y motivos navideños e incluyendo en sus programas shows de música y teatro, lo que tiene mucha audiencia", asegura.

La iluminación también es una seña de identidad en estos días. "Aquí la mayoría de la gente vive en casas y hay competencia para ver qué vecindario está más bonito. Además de luces en casa y árboles, sorprende los montajes navideños de algunos, con trenes, muñecos y música", pone como ejemplos.

A pesar de las tradiciones norteamericanas, Renilla asegura que tanto en la cena de Navidad como en la comida de Año Nuevo se reúne toda la familia "con comida y dulces españoles", subraya.

La familia es muy importante también en Venezuela, donde reside José Manuel Cubero, con raíces en Fermoselle. "Es la reunión de hermanos e hijos que aprovechan para compartir experiencias, casi siempre después de una larga ausencia", señala. Para los venezolanos, la Navidad no se entiende sin las gaitas, un estilo de música "bullanguera y movida, original del estado de Zulia y arraigada en toda la nación"; los villancicos, "que se presentan sobre todo en la iglesia, alrededor del Nacimiento, y se acompaña de fuegos artificiales" y el Parrandón, "un pasacalle con cuatro, maracas, charrasca y furruco, instrumentos típicos nativos", detalla.

La gastronomía también ocupa un lugar importante, con manjares como las hallacas la noche del 24 de diciembre -masa de maíz con carne guisada, pimiento, cebolla, aceitunas y especias-, el pan de jamón, pernil al horno y postres como el dulce de lechosa. Una buena excusa para unir a todos alrededor de la mesa, "aunque, dadas las circunstancias que existen en Venezuela en algunos hogares, las navidades son inciertas y difíciles de seguir con las tradiciones", lamenta.