Farolas, bancos y paseos anegados en los Tres Árboles, los caminos ribereños de cota más baja precintados por la Policía Municipal, la playa de los Pelambres desaparecida, los tajamares del Puente de Piedra cubiertos hasta buena altura, las Aceñas de Olivares sufriendo los embates de la corriente y la barca municipal de trasbordo entre las orillas semi hundida. Son estampas que dejaba la crecida del Duero, en alarma desde media tarde de ayer (17.30 horas) cuando superó los mil metros cúbicos por segundo de caudal y las previsiones de la Confederación Hidrográfica del Duero es que siguiera subiendo, al contrario del Valderaduey en Benegiles, fuera de alerta y con caudal a la baja.

Mucha agua que tiene consecuencias positivas, sobre todo en el llenado de los embalses de riego, que han acumulado en diez días cerca de 800 metros cúbicos. Son pantanos, todos ellos de fuera de la provincia. Los de aquí, dedicados a la producción hidroeléctrica también traen lo suyo. Agavanzal, que recoge el sobrante de Cernadilla y Valparaíso está al 74% de capacidad, vertiendo 113 metros cúbicos por segundo (61 de ellos por turbina), mientras Ricobayo está al 96% de su capacidad. En Andavías hace unas jornadas tenían el embalse a kilómetro y medio y hoy lo tienen al lado de las casas.

Y tanta agua tiene también efectos positivos, en forma de daños que autoridades como la delegada del Gobierno, Mercedes Martín o los consejeros de Agricultura, Julio Carnero y Fomento, Juan Carlos Suárez Quiñones ya se emplazaron a valorar para la posible declaración de zona catastrófica o la figura similar que proceda.

Protección Civil daba ayer por finalizada la alerta por el temporal, que se salda con 23 avisos a emergencias por inundaciones y 106 por viento en la provincia. Entre el 1 de octubre y el 17 de diciembre ha llovido en Zamora un 37% más de lo que es habitual, señaló el subdelegado, Ángel Blanco. Los temporales han afectado a numerosos tramos de caminos y carreteras, como la de Villardeciervos a Ferreras de Arriba, con gran acumulación de ramas y barro, aunque no cortada.