El río Duero llevaba a media tarde de ayer mil metros cúbicos por segundo a su paso por Toro y una altura de 4,10 metros, mientras que en la capital el caudal se situaba en 604 metros cúbicos por segundo y 1,48 metros de altura. En ambos casos la tendencia era creciente, por los aportes tanto del propio río Duero aguas arriba como por los de su principal afluente, el Pisuerga, que a su paso de Valladolid ya obligó a decretar la situación de alerta.

La Confederación Hidrográfica del Duero no había activado el aviso de alerta o alarma en ninguna de las dos estaciones de aforos, ni en Zamora ni en Toro, aunque si en el Valderaduey en Benegiles. No obstante, la tendencia de la crecida es creciente, por lo que es de esperar para la jornada de hoy un aumento considerable del caudal, teniendo en cuenta que no toda el agua que trae el río por Toro se traslada automáticamente a Zamora, debido a la capacidad de laminación de las tierras colindantes al cauce.

En todo caso y sin que de momento se haya decretado situación de alerta ninguna, el río anegó las zonas habituales de paseo ribereño como las que atraviesan por debajo de los ojos del Puente de Piedra o las más cercanas al cauce y también en la playa de Los Pelambres. No sería de extrañar un desbordamiento del río en otras zonas.

Habrá que esperar para ver si la crecida puede provocar problemas en la zona de la Rinconada cerca de la capital.