Zambomba monumental, por la respuesta del público, con lleno absoluto, y por el alto nivel del espectáculo. Lo que no se fue en lágrimas se fue en suspiros. Comentaban algunos de los presentes de las últimas Zambombas, que no había sido igual. Claro, ninguna ha sido igual. Ni los organizadores lo quieren. Sí es cierto que algunas de las otras dieron más preponderancia a los villancicos, y ésta a un enorme fin de fiesta de en torno a media hora.

Juampe Carabante, al toque, al cante, palmas, jaleos y pataíta, Ángel Torres, Marga de Jerez, Antonio Flores El Uño, y Lorenzo de La Plazuela a la zambomba. El grupo jerezano Najéla hizo las delicias de los asistentes de principio a fin.

Después de la certera presentación de Alberto Rodríguez, sale el grupo simulando una parranda para interpretar nuestro popular villancico "Ya se van los quintos madre" y encandilar al auditorio. Continúan con "Calle de San Francisco", ambos en compás de bulerías. Marga de Jerez, como solista, interpreta el Leru -Leru bajo ritmo de tanguillos-. Sigue todo el grupo con "Niño chiquetito" para homenajear a José Vargas Vargas, El Mono de Jerez. Continúan con "Un pastor lleva una burra" y "Debajo del agua". Para entonces, el pleno del auditorio se había volcado con los magistrales artistas. Encaran con mucha dignidad "Los caminos se hicieron", y "La Tarara". Ángel Torres, joven y con ganas de comerse el mundo, con eco flamenco privilegiado -de lo mejorcito a día de hoy- hace una recreación por Pepe Pinto, de sus filigranas recitadas con adorno de fandangos, en este caso, y como creación grupal, el recitado lo habían metido por tangos. Como todo, rabiosamente aplaudido.

Marga de Jerez, interpreta "Tin tín Catalina" con apoyo grupal. Todos "Entré en la sacristía", hasta llegar a la rumba en la que Ángel y Marga hacen vibrar al respetable: todos, el auditorio al completo se lanzó a cantar.

Faltaba lo mejor, la segunda parte. En esto, Los Najéla, han sido los mejores con creces. Toca fin de fiesta.

Abre El Uño con una magna antología por bulerías de su tierra artística. Aunque lo paren en Santiago, él se impregna de los aires de Las Plazuela. Plazuela, Plazuela y más Plazuela. ¡San Miguel a tope!

Le llega el turno a Ángel Torres para reinterpretar al genio jerezano Luis de La Pica con amplia recreación. Y aquí tenemos un buen ejemplo de lo que es el aflamencamiento de cualquier melodía, en este caso algunas estrofas de "Un ramito de violetas" de la recordada Cecilia.

Llega la traca final con una flamenquísima Marga, y también una generosa entrega por bulerías acordándose de La Paquera.

En definitiva, velada formidable, de hora y media larga de duración, y que a todos se nos pasó en un respiro. Con esta memorable actuación "Amigos del Cante" cierra de forma brillante su XLV Aniversario y celebra su cuarto y último galardón de su historia, en este caso El Premio Cultural de La Fundación Caja Rural.