Una impresionante panorámica del Lago tomada desde Vigo de Sanabria adentra en "Noches al raso. Zamora bajo las estrellas" nombre otorgado al calendario del próximo año editado por la Diputación de Zamora.

Las 14 escenas nocturnas seleccionadas forman parte de un proyecto de tres veranos efectuado por La Photo Escuela y sus casi cuarenta alumnos han elegido escenarios especiales de la provincia para captar estas imágenes de exposición prolongada.Las instantáneas incluyen paisajes, ruinas y elementos singulares del patrimonio de la provincia, en ocasiones iluminados por los autores de las imágenes.

De las cerca de medio centenar de imágenes que conforman el trabajo el almanaque exhibe para enero la hecha en una de las orillas del Esla con el puente Martín Gil de protagonista junto a la bóveda estrellada, Castrotorafe junto a la Vía Láctea ilustra febrero, el punto geodésico situado en el alto de San Roque en Fornillos de Fermoselle acompaña a marzo y las ruinas del monasterio de Moreruela a abril, mientras que mayo lo protagoniza el Castillo de Alba y en junio, la torre del Salvador de la seo zamorana.

Además, el palomar sobre las ruinas del despoblado de Timulos, situado cerca de Toro, es la instantánea correspondiente a julio, el convento de Nuestra Señora de Soto en Villanueva de Campeán envuelto entre estrellas de agosto, el santuario de La Alcobilla va con septiembre, el puente mayor de Toro ilustra octubre en tanto que el castillo de Asmesnal, en Alfaraz de Sayago, corresponde a noviembre y el año lo cierra el puente de Requejo o Puente Pino.

"La mayor dificultad es la localización de los emplazamientos porque tiene que ser un lugar desde donde puedas hacer la fotografía sin obstáculos, que esté a oscuras y que la Vía Láctea coincida con la luna nueva" describe el profesor José Antonio Pascual quien remarca que la elección ha conllevado un verdadero trabajo de campo que va más allá de acudir al lugar. "Hemos consultado en muchos libros antiguos para descubrir algunos de los espacios". "Cada uno íbamos aportado ubicaciones, aunque alguna ha sido laboriosa de acceder", añade el alumno Pablo Peláez Franco que rememora que "salíamos los jueves y alguna de las sesiones se prolongó hasta las cuatro de la mañana".

Las veladas fotográficas donde los participantes iban equipados con sus bocadillos, sillas de campo para las esperas sin olvidar los materiales fotográficos han deparado "gratos momentos de convivencia" y más de una anécdota. Y es que en más de un lugar al ver luces en medio del campo algún vecino temió que fuera necesaria la intervención de la Guardia Civil. "En Castrotorafe pensaron que éramos furtivos o en una finca de Toro un hombre se acercó pensando que estábamos con otras intenciones", relata Pablo Peláez Franco quien añade que una vez que conocía su labor "se interesaban por cómo realizábamos las fotografías" que "si controlas la técnica no son muy complicadas, aunque llevan un trabajo de estudio"

El calendario de la Diputación, del que se han impreso 14.00 unidades que pueden recogerse de las 9.00 a las14.00 horas en el edificio de la institución provincial, desde hace 35 años lo realiza el Gabinete de Prensa de la institución provincial, es ya un clásico que desde su inicio ha incorporado fragmentos del paisaje cotidiano, imágenes tan cercanas y propias que quizá no eran visibles ni valoradas como puentes, romerías, fauna, castillos, ríos, palomares, estaciones ferroviarias, cortinas, bodegas, ermitas, molinos, paisajes, caminos y veredas, chimeneas, ventanas, cielos, huertos, materiales de construcción, árboles, agua, la nueva arquitectura... Todo cuanto es merecedor de ser mirado y admirado.