Los juzgados de Zamora recibieron la entrada de 898 demandas por claúsulas abusivas en los contratos hipotecarios, la mayoría por cláusulas suelo, durante los tres primeros trimestres del año. Entre los meses de enero y septiembre fueron cerca de mil las personas que, no conformes con las condiciones de los préstamos firmados hace años, han acudido a los tribunales para exigir a las entidades financieras algún tipo de compensación por una situación que consideran ilegal.

El ritmo de entrada de casos es llamativo para una provincia pequeña como Zamora. Los datos, difundidos esta misma semana por parte del Consejo General del Poder Judicial como parte de su informe sobre los efectos de la crisis, indican que el ritmo de entrada de nuevos casos es de tres cada veinticuatro horas. A falta de cerrar el ejercicio puede concluirse que, a buen seguro, 2019 será el año con más actividad en este sentido en la provincia de Zamora.

Con todo, la dedicación en exclusiva de varios magistrados y el hecho de que muchas demandas se sustenten en los mismos puntos y que los contratos hipotecarios estén prácticamente calcados es algo que aligera los procesos judiciales. Los tribunales, después de varios años recibiendo cientos de demandas por préstamos abusivos y por productos bancarios tóxicos, como sucedió en 2014 con el estallido del caso de las participaciones preferentes, tienen ya una jurisprudencia muy marcada con respecto a este tipo de casos. Entre enero y septiembre, según los datos del Consejo General del Poder Judicial, se resolvieron nada menos que 1.153 casos, más de los que entraron. Los datos permiten ver que la firma de hipotecas en los años de expansión de la burbuja inmobiliaria se ha convertido en un asunto con muchas ramificaciones y consecuencias en el futuro.

Aunque no es fácil aventurar cuándo, la entrada de casos relacionados con los préstamos hipotecarios a los juzgados de Zamora debe estar muy cerca de tocar techo. En los nueve primeros meses de este año prácticamente se ha alcanzado la cifra de asuntos registrados durante todo el año pasado, cuando la cifra se situó en 917 casos. Esta cifra ya fue entonces la más elevada desde que hay datos.