El arquitecto e investigador Fermín González Blanco, autor del volumen "Arquitectura enTera. Pumajero de Tera: la última facendera", presentado ayer en el Museo Etnográfico de Castilla y León, remarcó que Miguel Fisac con la obra del templo de Pumarejo "anticipa prácticas", como que haya "una arquitectura de autor en mitad de un proceso de participación, de facendera o de yeras, unos procesos anónimos que pertenecen a la arquitectura tradicional que depende de la gente y del tiempo, es atípico. Él (Miguel Fisac) asumió una responsabilidad muy ajena a las que pudiera asumir un profesional en esos años e incluso a día de hoy resulta muy difícil el perfil de un arquitecto que se meta en medio de una comunidad". El investigador añadió que la obra, realizada en 73 días entre 1984 y 1985 por los habitantes del pueblo, representa "un ejemplo de economía de proximidad porque hacen una extracción de roca en un pueblo cercano" y supone "un ejemplo de bioconstrucción porque es un medio natural",

El arquitecto González Blanco, quien ha profundizado durante años en la figura de Fisac, estuvo acompañado en la presentación por el experto en arquitectura religiosa David García-Asenjo Llana, quien mencionó que Miguel Fisac "en los años 50 y 60 era el paradigma de arquitecto en la sociedad española," revolucionó "el espacio sacro hasta el punto que en algunas de sus iglesias había hasta libros de reclamaciones porque los fieles entendían que eso no era una iglesia" y definía la arquitectura como "un trozo de espacio humanizo y qué hay más humanizada que el ser realizada por quienes la iba a utilizar" como sucedió en Pumarejo. Además, puso en valor el trabajo de González Blanco, puesto que "se necesitaba de alguien con una sensibilidad fijara su atención en la investigación de una obra tan pequeña, pero con una historia humanística detrás".

Por su parte, el director del Instituto de Estudios Zamoranos Florián de Ocampo, Marco Antonio Martín Bailón, subrayó que la institución cultural "está volcada" con lo que sucede en la provincia y esta investigación "de extenso recorrido" supone "saldar una deuda con Fermín González Blanco y con Alex del Río porque llevan muchos años trabajando este tema con un gran cariño". La investigación aparece publicada en la colección cuadernos de investigación, "un formato perfecto porque es muy manejable y muy gráfico", agregó.

El volumen en sus 142 páginas aborda las características de la comarca, la elección del arquitecto y la aceptación sin honorarios del prestigioso profesional o el trabajo colectivo desarrollado por los vecinos, unos aspectos salpicados de planos, algunos de ellos inéditos, y numerosas fotografías procedentes de archivos familiares. Llama la atención la inclusión, en otro color, de párrafos extraídos del diario de obra que realizó Nazario Ballesteros, quien asumió la tarea de maestro de obra.

"Arquitectura enTera. Pumajero de Tera: la última facendera", del que se han editado 750 ejemplares a la venta a diez euros en la sede del Florián de Ocampo y en librerías, cuenta con un apartado dedicado a los participantes en la ejecución del templo que protagonizan los retratos realizados por Álex del Río o el informe sobre las rocas, que concluye que se trata de una metacuarzoarenita.

La presentación pública, a la que acudieron el diputado provincial de Cultura, Jesús María Prada, o el alcalde de Pumajero durante la obra, Isaías Galende, incluyó la proyección de etnodocumental "¡Viva don Miguel! La última facendera", que reúne testimonios de los participantes quienes comparten sus vivencias y recuerdos.