Los paseos ribereños situados en las cotas más bajas, caso de uno de los tramos de los que discurren entre los puentes de Piedra y de Hierro, se encuentran inundados como consecuencia de la crecida del río Duero, que casi ha triplicado su caudal en las últimas jornadas.

Precisamente hacia mediodía de ayer alcanzaba su punto máximo antes de iniciar de nuevo la línea descendente, con 326,89 metros cúbicos por segundo a su paso por la capital y una altura de 0,90 metros. A finales de noviembre la altura apenas superaba por poco el medio metro y el caudal, por ejemplo el día 29, estaba situado en 143,74 metros cúbicos por segundo.

La tendencia descendente responde, sin duda, a la ausencia de lluvias durante las últimas jornadas, aunque no es de extrañar que vuelvan a producirse chubascos importantes durante este mes. De hecho, tanto en Zamora como en Castilla y León diciembre suele ser históricamente el mes más lluvioso, según apuntaba hace unos días la Agencia Estatal de Meteorología.

En cualquier caso, inundaciones de paseos aparte, el aumento del caudal del río a su paso por la capital es evidente y se deja notar sobre todo en las zonas de la orilla situadas a más baja cota y más proclives a la acción del agua. Nada, excepcional, por otra parte, ya que las crecidas del río pueden ser incluso mucho más intensas en los meses más crudos del invierno zamorano.

Una situación favorable que se deja notar también en los embalses de la cuenca gestionados por la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD), los que computan para el riego de los campos, que rozaban a inicios de esta semana el 53% de su capacidad total, con 1.521 hectómetros cúbicos almacenados, según el último informe elaborado por el organismo de cuenca.

La reserva hidráulica sube 232 hectómetros cúbicos en la última semana debido a las precipitaciones y el deshielo. Una tendencia que sitúa los datos de reservas de agua diez puntos por encima de la media de los últimos diez años (42,9%).

En este sentido, destacan las zonas Esla-Valderaduey y Carrión, con más de 500 litros por metro cuadrado de precipitación desde el inicio del año hidrológico.

En cualquier caso lo más cercano es el puente de la Constitución o de la Inmaculada que se iniciará en la provincia de Zamora con tiempo relativamente estable, con nubes y claros, temperaturas frescas pero sin que se atisbe la lluvia.

El domingo, sin embargo, puede iniciarse un cambio, ya que según la previsión de la Agencia Estatal de Meteorología es probable que otro frente frío, más activo, penetre por el noroeste peninsular, con precipitaciones que se extenderán hacia el este.

Serán más intensas en el norte del país y afectarán, de forma más débil, también a otros puntos del cuadrante noroccidental. Las temperaturas experimentarán pocos cambios.

Sin embargo, el lunes, último día del puente por el traslado de la fiesta del día 8, se espera un ligero descenso de las temperaturas nocturnas y ascenso de las diurnas, aunque sin lluvias, que en todo caso podrían regresar el martes, aunque aún faltan muchas jornadas como para tener una previsión demasiado precisa en este momento.