Casualidad o no, la obra "Pulmones" dirigida por el zamorano José María Esbec en el Centro Dramático Nacional viene como anillo al dedo en las reflexiones sobre el cambio climático que dirigentes y grupos sociales de todo el mundo llevan a cabo en Madrid con motivo de la Cumbre del Clima.

El texto de Duncan Macmillan trata del drama de una pareja (Zaida Alonso y Alberto Amarilla) "que se desestabiliza al plantearse el impacto medioambiental que implica traer un hijo al mundo. De este pensamiento nace la denuncia hacia la conciencia de una sociedad distraída -o quizá vencida- que elude responsabilidades al creer que todo está perdido y que ni siquiera indaga en qué somos y a dónde vamos", explica el zamorano director de la obra.

Duncan Macmillan "lo hace a través de una relación de pareja, pero no está concebida la obra en los típicos clichés de parejas, ni muchísimo menos, sino que es una obra en la que se está jugando el tiempo, una idea de la trascendencia, sobre qué es hacer lo correcto, es un leitmotiv que tienen los personajes. Todo el tiempo se plantean, se preguntan de forma recurrente qué es hacer lo correcto, qué es lo correcto en el mundo que estamos viviendo, cómo podemos apoyar y contribuir y si somos buenas personas qué es hacer lo correcto, nadie sabe qué significa o cual es la razón correcta".

Todo esto a través de tener un bebé, que supone que esa persona genere tanto CO2 en el planeta durante su vida. "Hay una frase del personaje femenino que dice, Dios mío, estaría dando a luz a la torre Eiffel. Todo el tiempo está jugando con esto y además lo hace de una forma muy hábil a través del humor, es una forma divertida".

La obra que tiene en cartel el zamorano es un encargo del Centro Dramático Nacional, aunque fue el propio Esbec el que propuso el texto más adecuado, con el beneplácito de la entidad que la pone en escena.

Fábula

Es, en definitiva, una obra en la que se plantea cómo el conocimiento atenaza a veces la posibilidad de ser coherente en un mundo lleno de tópicos. Se trata de una pareja con mentalidad crítica, progresista, pero está todo el tiempo incurriendo en contradicciones. "No se pueden salir de los marcos que se establecen. Reciclamos, vemos películas de culto, no malgastamos el agua, pero a la vez los grandes hitos de la obra ocurren el Ikea, el gran adalid del capitalismo o en el interior de un coche, el elemento contaminante por excelencia", explica Esbec.

"Es un texto muy completo para el discurso de toda una generación', concluye.